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El euro se ha fortalecido frente a las principales divisas en los últimos meses y en el cómputo del año asume una subida de un 12,28% hasta situarse en la actualidad en los 1,1805 dólares. Esto se debe a que el euro solía considerarse como una moneda en crisis. No fue hasta un par de meses que entraron en juego dos factores.
Por un lado, hubo grandes dosis de incertidumbre en torno a las elecciones en los Países Bajos y Francia ya que se temía que los populistas ganaran. Después de ésto se el manto de incertidumbre se desvaneció. Por otra parte, la política monetaria extremadamente laxa del Banco Central Europeo se está poniendo en tela de juicio a medida que los datos mejoran. Los inversores conocen ésto y están apostando por un endurecimiento de la política monetaria en un futuro cercano.
El euro fuerte preocupa a los exportadores de Europa, pero no existe un especial riesgo para el crecimiento. Algunos exportadores europeos están empezando a preocuparse por el fortalecimiento del euro, aunque los analistas consideran que, por ahora, ven poco riesgo inmediato que la subida del euro impacte al crecimiento que ya supera el 2%.
Aunque los problemas estructurales de algunos países, como los préstamos problemáticos en los balances bancarios, no se han resuelto, la economía se ha recuperado. La economía de la eurozona se encuentra mejor que lo esperado. La utilización de la capacidad aumenta y las empresas están invirtiendo más. El BCE puede permitirse una política menos expansiva.
Este incremento del euro por ahora no debería preocupar a los exportadores porque, por ejemplo, en Alemania si el crecimiento mundial suma un 1% adicional, repercute en un incremento del 1,2% en las expotaciones.Las exportaciones de los países periféricos también se benefician más de la situación en el extranjero que amortigua la actual evolución positiva del tipo de cambio. Otro punto a señalar es que no deberíamos olvidar que las condiciones de los mercados de capitales siguen siendo favorables.
Marc Fortuño
