En una economía de libre mercado, la ley de la oferta y la demanda, en lugar de un gobierno central, regula la producción y el trabajo. Las empresas venden bienes y servicios al precio más alto que los consumidores están dispuestos a pagar, mientras que los trabajadores exigen los salarios más altos que las empresas están dispuestas a pagar por sus servicios.
Una economía puramente capitalista es una economía de libre mercado. El afán de lucro impulsa los intereses individuales y obliga a las empresas a actuar con la mayor eficacia posible para evitar perder cuota de mercado frente a sus competidores.
Por el contario, las economías dirigistas están marcadas por tendencias comunistas y socialistas. El gobierno controla los medios de producción y la distribución de la riqueza, dicta los precios de los bienes y servicios y los salarios que reciben los trabajadores.
Las economías de libre mercado y las economías dirigistas existen más como conceptos abstractos que como realidades tangibles; casi todas las economías del mundo presentan elementos de ambos sistemas. Por ejemplo, mientras que Estados Unidos -un país identificado como puramente capitalista- permite a las empresas fijar precios y que los trabajadores negocien los salarios, el gobierno establece parámetros, como salarios mínimos y leyes antimonopolio, que deben seguirse.
Basado en el Índice 2017 de Libertad Económica, Hong Kong, con sus tasas impositivas extremadamente bajas, regulaciones mínimas sobre las empresas y un sistema de economía altamente capitalista, se ubica en el 89.8% económicamente libre, que es la calificación más alta del mundo.
Singapur ocupa el segundo lugar y tiene un 88,6% de libertad. El país no impone aranceles y hay pocas restricciones a las inversiones. Singapur cuenta con fuertes derechos de propiedad privada.
Australia, que se sitúa en el 81,0% libre de impuestos, tiene aranceles muy bajos y fuertes derechos de propiedad privada. El gobierno proporciona a las empresas mucha flexibilidad y no les restringe con regulaciones o procedimientos de licitación demasiado complejos. Nueva Zelanda y Suiza también se encuentran entre los 5 primeros, con un 83,7% y 81,5% de economías libres, respectivamente.
Estados Unidos, con los mercados financieros más avanzados del mundo, sumíndice de libertad es del 75.10% en 2017. Este número ha disminuido en los últimos años. Mientras que ciertas industrias estadounidenses generan más escrutinio gubernamental que otras, las empresas privadas, en lugar del gobierno, controlan la mayoría de los sectores. El país también practica el libre comercio con gran parte del mundo.
Marc Fortuño