El meteórico crecimiento de bitcoin este año ha sido asombroso, cautivando a los operadores de todo el mundo. En lo que va de año el Bitcoin marca una subida del 1.557%. Aún así, no es la subida más importante en su histórico sino que fue en 2013 con un meteórico ascenso del 5.428,70%.
El bitcoin cotizaba en diciembre de 2012 en 13,49 dólares, y pasados cinco años la cotización se encuentra en 15.923 dólares, ofreciendo una rentabilidad acululada del 117.940% durante este periodo (gráfico en escala logarítmica para que se pueda apreciar mejor el avance de los precios). No hay precedentes de un activo que haya ofrecido un retorno similar en un lustro. Si suponemos una inversión de tan solo 1.000 dólares en sus inicios, pues pasados estos años veríamos que esta única inversión estaría valorada en 1,18 millones de dólares.
Esta evolución tiene todas las características de una manía especulativa popular clásica. Y todas ellas terminan mal, colapsando. Las definiciones del diccionario de manía incluyen «un entusiasmo, interés o deseo excesivamente intenso» y «un estado patológico caracterizado por un estado de ánimo eufórico, una actividad o habladuría excesiva y un juicio deficiente».
Los incontables ordenadores de todo el mundo que participan en el mantenimiento de registros para la cadena de bloques de bitcoin trabajan para resolver simultáneamente complejos problemas algorítmicos. Esta explotación minera garantiza que todas las nuevas transacciones de bitcoin son legítimas. Si bien es un sistema de computación intensiva que requiere mucha electricidad, el bitcoin otorga a los mineros participantes premios ingeniosos con bitcoins de nueva creación.
Dado que el bitcoin no aporta ningún tipo de flujos constantes de caja, el valor de la criptomoneda que descuenta el mercado, equivocadamente o no, es la capacidad para considerarse un medio de pago fiable y seguro, aceptado para el comercio.
El bitcoin tiene alguna similitud con el oro, pues la oferta de bitcoin crece a tasas fijas lentas y en constante disminución. Hoy en día hay alrededor de 16,7 millones de bitcoins en circulación. Se crean 12,5 nuevas cada 10 minutos y se distribuyen a los mineros que mantienen la cadena de bloques. Esta tasa de crecimiento del suministro se reducirá gradualmente a la mitad una y otra vez hasta que el suministro de bitcoin alcance su máximo codificado.
Marc Fortuño