Francia es uno de los países más intervenidos en Europa. En el último año la libertad monetaria, fiscal y financiera ha sido absolutamente reprimida por el Gobierno socialista de François Hollande. Para observar el grado de intervencionismo solamente hay que fijarse en su impuesto de sociedades que asciende hasta el 33,1%, una tasa muy elevada para atraer capital y que no promueve especialmente la inversión. El impuesto de sucesiones y donaciones se ubica entre el 5 hasta el 60%. El impuesto sobre el valor añadido (IVA) es del 20%. En el año 2013, Francia intervino el 57% del PIB, mediante el gasto público, lo que ha propiciado que su deuda pública ascienda hasta los 2,023 billones de euros, lo que equivale al 95,1% sobre el PIB.
La segunda economía de Europa desde 1989 ha sumado año tras año déficits públicos hasta hoy… Cada año!! Daba igual si Francia se encontraba en una fase de crecimiento económico o bien en un escenario recesivo que siempre ha gastado más de lo que ha ingresado. En 2013 cerró el el año incumpliendo los objetivos de déficit público ya que el desvío presupuestario fue del 4,3% o lo que es lo mismo 74.900 millones de euros. En 2013 la Comisión Europea concedió un plazo de dos años, hasta el 2015, para que redujera su déficit hasta el 3%, ajustándolo a la normativa del Tratado de Maastricht. Sin embargo, la austeridad parece que no va con la gestión del gobierno francés ya que el proyecto ley para el presupuesto para 2015 retrasa en dos años los objetivos europeos. Por lo que proponen que en 2014 el déficit sea del 4,4% sobre el PIB, en 2015 sería del 4,3%, en 2016 se la desviación presupuestaria estaría en 3,8% y llegados al 2017 Francia cumpliría la normativa europea y su déficit ascendería al 2,8%. En total hasta llegar al 2017 el ahorro total sería de 50.000 millones de euros. Como último dato a tener en cuenta, Francia en lo que llevamos de 2014 lleva dos trimestres con crecimiento nulo, lo que debería ser un aviso a navegantes.
En medio de todo este escenario tan desolador que reprime la iniciativa privada y endeuda a las próximas generaciones, nos encontramos con una sorpresa… Francia únicamente paga por su bonos a 10 años el 1,15%, este escenario es algo inquietante, ¿Cómo una economía ha ido incrementando su deuda año tras año sólo paga un paupérrimo 1,15%? Sin duda aquí hay algo que no cuadra. O bien, la economía francesa va experimentar una tasa de crecimiento espectacular que le permita menguar sus necesidades financieras y el mercado lo está descontando o el mercado está muy pero que muy sobrevalorando la cotización del bono a 10 años francés, por lo que encajaría perfectamente con una burbuja generalizada en de deuda pública.
Pero hay más, ¿se imaginan cuando vamos al banco para pedir un crédito, éste nos pagara por endeudarnos? Pues bien Francia con toda la situación que he detallado anteriormente,ofrece una tasas de retorno negativas por emitir letras a un mes (-0.012%), a tres meses (-0,007), a seis meses (-0.016%) y a nueve meses, o lo que es lo mismo, le pagan por emitir deuda. Es más, la deuda con vencimiento a cinco años sólo ofrece un rendimiento del 0,288%, una auténtica incoherencia económica dada la situación del país.
Puede ser uno de los casos más exagerados en Europa en el que los fundamentales y la cotización de su deuda están más alejados entre sí y es muy preocupante porque la combinación de una elevada deuda, una sobrevaloración de sus bonos y el crecimiento nulo es una mecha muy corta para que se produzca un auténtico desastre económico… El riesgo está ahí!