La volatilidad de los mercados ha vuelto a caer a niveles muy bajos a un ritmo récord a pesar de los primeros disparos de una guerra comercial y de la toma del poder por parte de los populistas antieuropeos en Italia. El índice VIX, una medida muy utilizada de las expectativas de volatilidad futura, ha caído por debajo de 12 puntos, su nivel antes de la venta de acciones de febrero, desde más de 50 en sólo 83 días de negociación.
La caída ha roto el récord anterior de 227 días, alimentando por la preocupación de que los inversores se hayan replegado en una falsa sensación de seguridad a pesar de los crecientes riesgos geopolíticos.
Cabe recordar que el índice subió por encima de 50 en febrero, en el mayor movimiento de un día de la historia, a partir de ahí, las acciones se desplomaron en medio del temor de que la Reserva Federal subiera los tipos de interés más rápido de lo previsto inicialmente. Pero el jueves pasado retrocedió hasta un mínimo de 11,64 puntos, muy por debajo de la media a largo plazo de alrededor de 20.
El índice se ha mantenido contenido en las últimas semanas a pesar de que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y sus aliados se han intensificado. Donald Trump anunció el mes pasado que los Estados Unidos impondrán aranceles a las importaciones de acero y aluminio procedentes de la UE. El bloque anunció su represalia a las medidas el pasado miércoles, aplicando aranceles a una serie de importaciones de Estados Unidos, incluyendo las motos Harley-Davidson y los vaqueros Levi’s.
Mientras tanto, el populista Movimiento Cinco Estrellas y la Liga en Italia finalmente tomaron el control y pusieron al país en una senda de guerra con la UE, pero eso también ha encontrado una respuesta apagada en los mercados más allá de sus fronteras. El FTSE MIB, el índice de referencia de Milán, ha sufrido una caída de 13% desde el máximo de este año en mayo, pero la caída se ha contenido en gran medida sólo en los mercados italianos.
Marc Fortuño