Contratar cualquier producto financiero para rentabilizar nuestros ahorros y en especial abrir una cuenta de valores, no sólo requiere conocer el producto sino entenderlo. Existe una gran diferencia entre en conocimiento y el entendimiento, uno puede conocer las características contractuales determinadas para abrir una cuenta de valores, o de otros productos financieros pero a su vez que exista una falta de entendimiento de los riesgos subyacentes a la contratación.
De esta situación deriva la siguiente cuestión: ¿CUÁNTO ESTÁS DISPUESTO A PERDER PARA GANAR?
Si nunca os habéis formulado esta pregunta o bien el intermediario financiero no os la ha formulado, enhorabuena!! a vuestro intermediario financiero o entidad no le importa lo más mínimo si entendéis o no los riesgos derivados de contratar una cuenta de valores. El interés del intermediario nace del dinero que como cliente generes mediante las comisiones, no del entendimiento del propio producto o del grado de calidad del servicio originada por la relación contractual.
Sin ánimo de hacer publicidad, hasta la fecha (23 de junio de 2014) sólo conozco UNA agencia de valores cuyo director pregunta a sus posibles clientes ¿Cuanto estás dispuesto a perder para ganar? (si queréis saber qué agencia de valores, os ponéis en contacto conmigo y os facilito el nombre) es más, el responsable para verificar el entendimiento de los riesgos que conllevan los mercados financieros evalúa, mediante un test, el potencial cliente. En caso de no pasar el test, el directivo concluye que el cliente no es apto, por lo que es inviable una relación contractual y declina abrir una cuenta de valores.
Para proporcionar un poco más de rigor al artículo de hoy, he husmeado por la cuenta cliente de mi entidad bancaria, los requisitos necesarios para abrir una cuenta de valores… tal y como me temía, los únicos requisitos para abrir la cuenta de valores, y obviamente eximir cualquier responsabilidad, son marcar un check en“Declaro leídos todos los términos y condiciones: Información previa a la contratación y condiciones generales del servicio de depositaria y administración de valores”, y también en: “Declaro leída y acepto: La adenda sobre instrumentos financieros” y seguidamente pulsando continuar y… vualá!! ya tendría mi expediente de valores abierto con tan sólo saber marcar tres clicks con el ratón… Más fácil imposible!!En estos tres pasos no hay ningún filtro posible… podría ser que no entendiera nada de como funcionan los mercados financieros ni los riesgos asociados, el único entendimiento que habría demostrado es que con mover tres veces mi dedo índice, sé abrir una cuenta de valores.
Crear una cuenta de valores es un paso muy serio en el que uno pretende posicionarse como inversor utilizando parte de los ahorros acumulados hasta la fecha. Hay que analizar previamente que tipo de conocimientos poseemos para meternos en semejante berenjenal de riesgos y en definitiva, si estamos dispuestos a perder para ganar.