Esta semana se revela como crucial para determinar finalmente cuál es la vinculación que se establecerán los próximos años de el Reino Unido con la Unión Europea. El jueves de esta semana, 23 de junio, se efectuará el referéndum sobre la permanencia en Europa y dependiendo de la ajustada que sea la votación, el viernes por la mañana ya deberíamos conocer los resultados finales.
La ansiedad está despertando es la responsable de que en la semana pasada se destruyera 1 billón de dólares en valoración financiera mundial, mientras que los principales beneficiados fueron los metales preciosos que son vistos como activos refugios y ha llegado a los niveles más altos en los últimos dos años. Si nos centramos en el oro, los gestores han aumentado sus posiciones netas en los futuros y opciones hasta un 29%, lo que ha llevado este metal hasta un máximo de 1292 dolares la onza. Los analistas vaticinan que si finalmente el Brexit se efectúa, el metal subiría hasta los 1.350 dolares la onza.
El Brexit había estado ganando impulso en las últimas semanas, no obstante a partir del asesinato de la diputada Jo Cox la dinámica parece haberse detenido. El voto a favor de la permanencia a liderar las encuestas. La última encuesta publicada en «The Mail on Sunday» reflejan que los partidarios del Brexit serían de un 42%, mientras que los favorables de la permanencia serían el 45%, unos resultados que la semana anterior fueron inversos. Los resultados en las casas de apuestas son mucho más favorables a la permanencia, de hecho según las apuestas, el 60% de los británicos votarían a favor de la permanencia mientras que el 40% restante preferiría la opción del Brexit.
En los mercados financieros, la banca inversión en los últimas semanas ha estado vendiendo las llamadas carteras Brexit que se refieren aquellos paquetes de acciones de empresas británicas de tamaño medio, como una forma de gestionar el riesgo ante el referéndum. La volatilidad que hemos estado viendo, han propiciado que los inversores acudan a activos más seguros como es el caso de los bonos. Es más, el bono a 10 años del Reino Unido ha caído a un mínimo histórico del 1,072%, el pasado jueves, en un contexto en el que el bund entró por primera vez en negativo.
A pesar de toda la volatilidad generada, una señal interesante se ha dado recientemente en el mercado de divisas, en particular en la libra ha sido el estruendo financiero más afectado. Esta mañana la libra esterlina protagonizado uno de los mayores incrementos frente al dólar en un día en los últimos seis años, con una subida de un 1,65%. Por otra parte hay otro dato a recalcar y es que los fondos de cobertura han realizado una reducción drástica en sus posiciones netas bajistas sobre la libra. De hecho desde los máximos anteriores, las posiciones netas bajistas han caído un 45%.
El banco central de Inglaterra ha seguido manteniendo sin cambio alguno la política de tipos de interés con un tipo del 0,50%. Por otra parte la política de compras desarrolladas por la autoridad monetaria se mantiene en 373 millones de libras.