Si hace cuestión de casi dos años las primas de riesgo de la periferia europea estaban en máximos históricos y el pánico brotaba en cada emisión de deuda, hoy la situación está totalmente revertida. Un ejemplo de ello es la prima de riesgo española, el diferencial con el bund, llegó a fijar en julio de 2012 un máximo histórico en los 649 puntos básicos y por lo contrario el viernes pasado, gracias al intervencionismo del BCE, la prima de riesgo española marcó un mínimo en los 129 puntos básicos por primera vez en los últimos cuatro años y la rentabilidad que ofrece el bono a 10 años español es de un 2,639%, lo que representa un mínimo histórico sobre el coste del capital.
En un espacio de tiempo relativamente corto , la caída de las primas de riesgo ha sido muy acentuada, casi me atrevería a decir que hay un exceso de confianza en la capacidad de estos países pero a su vez no están experimentando elevadas tasas de crecimiento que justifique tales niveles de confianza. Así que el tema está sobre la mesa: ¿Estamos ante una burbuja? Normalmente las burbujas se suelen identificar “a posteriori” cuando cae todo el chaparrón en forma de ventas.
En el articulo ¿Por qué se generan las burbujas? detallé los factores claves para que el nacimiento y desarrollo de la burbujas que se resumen en gran liquidez, sentimiento exagerado sobre el producto en cuestión, y una gran oferta para saciar los grandes niveles de demanda existentes.
Sobre si hay una gran liquidez que ha entrado en el mercado de bonos periféricos… Por un lado, en diciembre de 2011 y en febrero de 2012 el BCE hizo dos LTRO (Long-Term Refinancing Operation) para solucionar los problemas de solvencia de la banca, mediante este programa de prestamos al 1% de interés a devolver en tres años por un monto total de 1.000 millones de euro que han cargado de deuda periférica a nuestros bancos. Por otro lado, está el dinero que ha ido llegando de los países emergentes por las tensiones suscitadas allí y las menores perspectivas de crecimiento que por comparación parece que a los inversores les compensa más apostar por la evolución de nuestra deuda.
Sobre si hay un sentimiento exagerado cogeremos por cercanía los datos de España sobre el primer trimestre de 2014. El crecimiento del PIB en los tres primeros meses del año fue de un 0,4%, respecto al trimestre anterior y las tasas de crecimiento previstas por el Consejo de Ministros serán de un 1,2% en 2014 y de un 1,8% en 2015, además estamos a las puertas de tener un 100% de deuda pública sobre el PIB. ¿Se justifica tanta confianza en la deuda soberana con crecimientos previstos por debajo del 2% en los próximos dos años y con tanta deuda pública? También hay que recordar que estamos en mínimos históricos en la rentabilidad de los bonos periféricos por lo que los inversores realmente están, emocionalmente hablando, muy confiados sobre las expectativas de estos instrumentos financieros de renta fija.
Sobre si hay una gran oferta sobre deuda para colocar a los inversores para atender a una gran demanda… El jueves pasado el Tesoro español colocó bonos a tres y cinco años por 4.500 millones de euros y recibió peticiones que superaron en 1,8 veces el importe global. Además según Reuters, el Tesoro pretende aprovechar este clima de bajos costes de financiación que ha incentivado recientemente el BCE, para realizar una emisión de deuda a diez años de calado extraordinario ya que no se preveían en el calendario.
Desde luego existen bastantes síntomas de burbuja en la deuda periférica, por lo que la cautela siempre es oportuna y más cuando la confianza es máxima sobre un producto determinado ya que muchos han entrado en el mercado descontando futuras expectativas.