La inflación es el aumento generalizado de precios de una economía, que deprecia el poder de compra de cada uno de los miembros integrantes de la sociedad o lo que es lo mismo desciende el valor del dinero. Si hablamos en términos generales, la inflación se produce también por el dinamismo de las actividades económicas, sin embargo la inflación pude generarse por otros factores como son el incremento de los costes de producción (crisis de 1973) o la impresión de dinero de forma recurrente por las autoridades monetarias.
Valorando cómo afecta la inflación a los inversores
Para realizar una correcta valoración sobre un retorno de un activo deberemos conocer el significado de tasas de retorno nominal y tasas de retorno real. La tasa de retorno nominal es la variación porcentual que el instrumento de inversión ofrece en relación al capital, en cambio, la tasa de retorno real descontará los incrementos de precios al beneficio ya que el valor monetario final, en el supuesto de los periodos inflacionistas, habrá menguado.
Por ejemplo, de acuerdo con el índice de precios al consumo (IPC) de julio en Estados Unidos la evolución de la cesta de bienes y servicios de la economía norteamericana se ha visto incrementada en un 2% en el último año, por lo que el valor del dinero ha menguado. Hace un año el bono americano a 10 años ofrecía un retorno del 2,5% por lo que en términos reales quién hubiese invertido en este tipo de deuda pública habría obtenido un retorno nominal de 2,5% pero si descontamos el aumento de precios, el inversor habría obtenido un retorno real del 0,5%, lo que se traduce en una mejora de su poder de compra de tan sólo medio punto porcentual.
Normalmente, no nos solemos fijar en los términos reales sobre la evolución de nuestras inversiones ya sea por comodidad o porque minusvalía el retorno acumulado, a esta situación se la bautizó como «la ilusión del dinero». En un supuesto en que a un empleado le suban el sueldo un 5% y el IPC avance un 7%, estará más feliz que si le recortarán un 2% el salario y el nivel de precios se mantuviera sin cambios. Sin embargo, en ambos escenarios debería sentirse desdichado ya que perdió un 2% en su capacidad adquisitiva.
Valorando cómo afecta la inflación a las bolsas de valores
Las empresas cotizadas se suelen ver favorecidas por periodos inflacionistas moderados, con niveles situadas entre el 0 y el 2%, la razón es muy sencilla, las leves subidas de precios son fácilmente trasladadas a los consumidores, en cambio en periodos de elevada inflación las cotizaciones no pueden compensar la escalada de precios debido a que es más complicado que los consumidores acepten mayores subidas de precios en los productos de las empresas. Otros periodos inestables para los valores bursátiles son los deflacionistas (caída sostenida de los niveles de los precios) como el que se desarrolló en Japón a partir del año 1989, ésto es así porque el dinero cada vez aumenta de valor y se reprime tanto el consumo como la inversión.
Según el informe «Stocks, Bonds, Bills and Inflation» publicado por Ibbotson Associates líder en asesoría de inversión , en la historia de Estados Unidos la evolución de las acciones ha superado la inflación durante 4/5 partes del tiempo, lo que significa que en términos reales los accionistas se beneficiaron la gran parte del tiempo. Durante el periodo restante en que el mercado no batió la inflación, los incrementos de precios estaban desatados por encima del 15% y los retornos reales negativos perjudicaron gravemente a los inversores.