Una nueva emisión de acciones, a través de una ampliación de capital, es vista con reticencia por los accionistas antiguos ya que la emisión de acciones adicionales diluyen el valor de la propiedad de las acciones existentes de los inversores. Sin embargo, el aumento de capital social puede, en el largo plazo, beneficiar a los inversores en forma de aumento de la rentabilidad sobre recursos propios a través de mayores beneficios y en consecuencia, mayores dividendos. Pero… ¿Cuáles son los factores principales en la colocación de una nueva emisión de acciones?
En primer lugar, el precio de emisión de nuevas acciones es el aspecto más relevante de toda colocación. Cuanto menor sea el precio de colocación de las nuevas acciones, mayor será el valor de los derechos de suscripción, y más fácil será vender las acciones nuevas pero la empresa recibirá una cantidad menor de los recursos. Por otra parte, si el precio fijado en la emisión es elevado, la empresa emisora tendrá mayores recursos disponibles pero supondrá un mayor grado de dificultad su colocación final.
El precio de las acciones nuevas siempre será inferior al valor de mercado de la acción por una razón muy simple… Y es que nadie adquiriría acciones nuevas, teniendo la alternativa de comprar a precios inferiores a mercado. Por ello, el precio para la suscripción ha de fijarse, con suficiente margen, al valor de mercado para que así si el precio de las acciones desciende nunca quede por debajo del precio de emisión de las nuevas acciones.
Otro aspecto relevante es ¿Cómo están repartidas en el mercado las acciones antiguas? Si las acciones antiguas se concentran en pocas manos, la cotización del valor tendrá un mayor componente de manipulación que si estuvieran repartidas por un elevado número de accionistas.
El volumen de acciones nuevas emitidas es relevante en toda ampliación de capital, debido a que los actuales accionistas de la sociedad gozan del derecho de suscripción preferente en la proporción establecida (1×2, 1×4, 1×6, etc.). Este derecho existirá siempre, incluso en los supuestos de emisión liberadas (cuando se emiten acciones nuevas, sin que los accionistas aporten un desembolso). El día de la ampliación del capital, la acción y el derecho se separan y cotizan.
El momento o la coyuntura económica puede ser un viento a favor o en contra en el momento de la emisión de nuevas acciones. Si nos encontramos ante una fase de ciclo alcista o de expectativas positivas sobre el mercado, la emisión de acciones tendrá mayores facilidades, no obstante la ampliación puede tener dificultades en su complementación si se ve alterada por una mala coyuntura económica de crisis o recesión.