Según los datos del INE, el mercado de la vivienda sigue en recuperación. De hecho, el pasado mes de abril la cifra de operaciones de compraventa se ha disparado un 29% hasta alcanzar la cifra de 35.199 operaciones. Asimismo, los precios de la vivienda han subido 6,3%, lo que representa la mayor subida desde el año 2007.
Sin embargo, a pesar de los excelentes datos que puedan mostrar el entorno de la vivienda, vamos a valorar cuáles son las diferencias claves para la inversión entre la vivienda y la bolsa.
En primer lugar, la vivienda y la bolsa tienen características propias como activos que les hace muy diferentes entre sí. Y es que, para un inversor que adquiere acciones dará igual cuáles adquiera (dentro de un mismo valor), ya que es un producto homogéneo, no obstante, la vivienda tienen múltiples características que afectan directamente a su valor como: Localización y comercios cercanos, estado del inmueble (si necesita o no reforma), cargas, etc.
Asimismo, la liquidez es un aspecto clave para toda inversión, y es que vender o comprar acciones es un proceso generalmente simple en el que es fácil encontrar contrapartida, a excepción de las empresas denominadas small caps, que puede tener un grado mayor de dificultad encontrar contrapartida. Sin embargo, en el caso de la vivienda, los periodos de venta suelen dilatarse en el tiempo. En promedio, en España, el plazo medio que se tarda en vender una vivienda en España se sitúa en 10,6 meses, con una gran dispersión en función de las provincias.
En referencia a la rentabilidad de ambas inversiones, en España, ha existido la idea de que la vivienda era una inversión segura y que por lo tanto, siempre evolucionaba positivamente. Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en el año 2008, todo parece indicar que esta idea preconcebida ha quedado dilucidada, debido a que la vivienda ha protagonizado un descenso acumulado del 45,2% y a largo plazo sigue la evolución del IPC. Por el contrario, la renta variable ha demostrado históricamente ser el mejor activo del mundo. En base al Informe IBEX 35: 1991-2014, Rentabilidad y creación de valor la rentabilidad media es de un 10%.
Curiosamente, la percepción del nivel de complejidad para invertir en bolsa es sustancialmente superior a la percepción existente sobre la complejidad de adquirir una vivienda. Una visión errónea de la cultura española ya que, según las características anteriormente mencionadas, la vivienda frente la bolsa no es un activo óptimo para los ahorradores.