Solo en el tercer trimestre de este año, el Brent se ha incrementado un 36%, siendo el mejor comportamiento desde el tercer trimestre del año 2004. Es más, contra el barril de WTI cotiza con su prima más alta en más de dos años, habiéndose doblado en el último mes.
Este incremento ha sido propiciado porque se está descontando una eventual posibilidad de restricción en el suministro de petróleo si los flujos de petróleo kurdo sufran una interrupción tras el voto por la independencia de la región.
Incluso se espera de los precios del petróleo pudieran subir a 60 dólares el barril para finales de este año o principios de 2018, debido a que existe la expectativa de que los productores de la OPEP y no OPEP amplían el periodo de cortes de suministro más allá del mes de marzo, al mismo tiempo de los inventarios de petróleo continúan su proceso de descenso.
Con el compromiso actual de los principales productores y la voluntad manifiesta de prorrogar el acuerdo existente lo más probable es que las reservas comerciales del petróleo sigan disminuyendo, por lo que en consecuencia veríamos como los precios del petróleo se van incrementando progresivamente, un hecho que el mercado ya está descontando en la actualidad. Hay que recordar que la OPEP, Rusia y varios otros productores han recortado la producción alrededor de 1,8 millones de barriles por día (bdp) desde principios de este año.
Pensemos que los niveles de inventario mundial están contrayendo y la oferta de petróleo se va acercando más a la demanda, la sensibilidad existente del mercado del petróleo a cualquier tipo de interrupción inesperada propiciará una mayor volatilidad en las cotizaciones del crudo.
El petróleo estadounidense se ha quedado rezagado en comparación, debido al exceso de oferta propiciado por las consecuencias del huracán Harvey que obligado al cierre de casi el 25% de la capacidad del refinado estadounidense.
Marc Fortuño