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El cobre fue impulsado la semana pasada por las perspectivas positivas de un mayor gasto en infraestructura en los Estados Unidos, tras la confirmación de que Donald Trump será el próximo presidente de la Casa Blanca. La subida ha sido histórica, entre el miércoles pasado y el viernes, el e se vio empujado por un avance de 19,36%, lo que supone la mayor subida en 37 años. Deberíamos volver a principios de los ochenta para encontrar otra vez un optimismo semejante hacia el cobre, el cual se prevé que aumentará con fuerza durante el 2017.
El día previo de que el magnate se convirtiera en el nuevo líder de la primera potencia económica, el precio del metal rojo se ubicaba en los 2,28 dólares la libra, reflejando un avance persistente, aunque leve, durante los días previos.
Lo que subyace al optimismo del cobre está relacionado directamente con las promesas hechas por el presidente electo Donald Trump que ha prometido a sus votantes un aumento del gasto en infraestructura en los Estados Unidos. Los republicanos tienen el control de ambas cámaras del Congreso y eso significa que hay una posibilidad de que ese tipo de programas podría convertirse en realidad.
Asimismo, los inversores han comenzado a acumular algunos de los productores de cobre más grandes del mundo, como Freeport-McMoRan, BHP Billiton Limited, Rio Tinto y Vale. Combinados, estos gigantes del cobre vieron sus acciones subir la semana pasada en un promedio de 16,5%. Entre estos logros, Freeport disfrutó el mayor aumento de más del 26%.
A pesar, del optimismo desbordante hacia el cobre, la fuerte subida iniciada la semana anterior se ha visto empañada con retroceso de 4,7% este lunes por el elevado estado de sobrecompra del metal que acumuló en la semana anterior y por las cifras macro dadas a conocer en China, principal consumidor del metal rojo, las que muestran cierta estabilización de su economía. Si a cierre del viernes la cotización se encontraba en 2,64 dólares por libra, en la actualidad se ubica en 2.54 dólares por libra.
Altos precios del cobre y el aumento de la demanda significan potencialmente mayores beneficios para los principales productores de cobre. Además, en el supuesto de que la sobreoferta del cobre siga demorándose, los precios del cobre podrían aumentar superior en el primer trimestre de 2017 por la falta de suministro, lo que significa que la commodity podría brillar durante varios trimestres.
