El oro ha tenido su mejor trimestre en casi tres décadas después de que el metal recuperó su status quo de valor refugio en medio de los mercados financieros volátiles (hasta mediados de febrero), la propagación de los tipos de interés negativos y que la Reserva Federal volvió en diciembre a el incremento de los tipos de interés tras siete años fijados en el nivel cero. Recordemos que en diciembre del año pasado estábamos viendo el metal cotizando a 1.061 dólares la onza, mientras que en la actualidad se encuentra en 1.276 dólares lo que significa una subida del 20,26%.
Después de tres años consecutivos de pérdidas, los analistas aseguran que el precio del oro ha tocado fondo. La encuesta de 30 analistas en entidades bancarias y otras casas de análisis llevadas a cabo este mes aseguran que en promedio veremos el oro en 1.209 dólares la onza, lo que representa un incremento en promedio de los precios del dólar en 2015 que se situó en 1.159 dólares por onza.
Uno de los factores clave para entender la apreciación del oro es ver cómo se ha comportado el dólar en los últimos meses. Después de un período de dos años, en el que el dólar experimentó un rally del 20%, el dólar ha disminuido un 5,4% este año por la especulación debido a que la Reserva Federal se ha mantenido una política especialmente cauta, en un entorno de gran volatilidad.
Asimismo, la Fed ha estado condicionada porque el crecimiento económico de Estados Unidos se está frenando ya que los consumidores estadounidenses detuvieron en el gasto y las empresas se apretaron el cinturón en respuesta a la debilidad de las condiciones financieras globales y una caída en los precios del petróleo antes de la reciente rebote. Los inversores pesaban una declaración de política de la Fed señaló que la reducción de la preocupación de los bancos centrales sobre presiones mundiales, junto con la preocupación de que la economía nacional se está desacelerando.
Otra curiosidad que mencionamos recientemente en el Blog de Bolsa es que el rendimiento del bono a diez años años se situó recientemente en el 1,72%. Unos niveles que se encuentran por debajo de la última lectura en el índice estructural de precios al consumidor del 2,3%. Por esta métrica, el rendimiento real de los bonos estadounidenses a diez años es del -0.58%. Un escenario de rentabilidades reales negativas también supone un catalizador para los activos refugio como es el oro.