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El oro y la plata están protagonizando un estupendo 2017, pues ambos metales se están viendo impulsados con subidas superiores al 10%. En concreto, tenemos al oro que se apunta una subida del 12,07%, mientras que la plata se aprecia un 16,63%.
La producción minera sobre el oro acaba de ingresar en territorio positivo registrando un avance del 0,4%, o 14 toneladas de incremento interanual. También entre los datos positivos tenemos que la inversión identificable total, que incluye lingotes y monedas físicas y los ETF vinculados al oro, aumentó un 52% en 2016 hasta alcanzar las 1.579 toneladas, siendo el nivel más alto desde 2012.
El apetito por el oro está ahí… Un dato interesante sobre el oro es que el ETF <GLD> de la división de acciones de oro SPDR de Nueva York, que es el mayor fondo respaldado por oro y negociado en bolsa, comentó que sus participaciones aumentaron más de seis toneladas el jueves, la mayor afluencia en un día.
Asimismo, nos encontramos con un factor negativo en el oro, y es que la adquisición oficial neta del sector cayó, hasta 257 toneladas por el factor China. En los primeros dos meses del año, la segunda economía del mundo ha disminuido las importaciones de oro frente al año anterior, pues éstas ascendían a 132,6 millones de toneladas, lo que supone una disminución del 20% respecto a las 164,9 toneladas registradas en 2016. Siguiendo con esta tendencia, salvo cualquier acontecimiento inesperado, lo más probable es que las importaciones de oro sean inferiores al finalizar el año.
Desde el punto de vista de la plata, los precios del metal comenzaron a rebotar después de tocar fondo en el mes de diciembre, superando claramente el impulso del oro en lo que va de año, algo que no debe extrañarnos pues normalmente en ciclos alcistas en el mercado de commodities la plata tiende a superar al oro.
A pesar de su volatilidad , sin embargo, la plata sigue siendo una inversión atractiva para las personas que quieren la exposición a los metales preciosos. Tiene muchas más aplicaciones industriales que el oro, lo que significa que la plata tiene mejor comportamiento cuando el crecimiento económico global se acelera. Y en referencia a la actividad económica en las economías avanzadas y emergentes, según los datos del FMI, se prevé una aceleración en 2017-18, con un crecimiento global prevé que sea del 3,4% y 3,6%, respectivamente.
Nos encontramos con un aumento de los riesgos políticos, una incertidumbre que beneficia tanto a la plata como al oro. Por un lado, tenemos que Corea del Norte protagonizó el domingo lo que se creía que era una lanzamiento de misiles, aumentando los riesgos geopolíticos. Las tensiones han aumentado en las últimas semanas y Trump ha tomado una dura línea retórica con Pyongyang.
A todo ello, hay que añadir la incertidumbre que provocan las elecciones francesas con la primera vuelta el próximo 23 de abril. Es muy difícil hacer predicciones y más con los errores en las encuestas tras el Brexit y la llegada de Trump.
