La Real Academia Española (RAE) define poder de la siguiente manera: 1. Tener expedita la facultad o potencia de hacer algo, 2. Tener facilidad, tiempo o lugar de hacer algo, 3.Tener más fuerza que alguien, vencerle luchando cuerpo a cuerpo. Puedo A Roberto, 4. Ser más fuerte que alguien, ser capaz de vencerle. En la discusión me puede. U. t. en sent. fig. Me pueden sus impertinencias. 5. Ser contingente o posible que suceda algo. Puede que llueva mañana,
En base a la definición de poder hoy vamos a explicar por qué China hoy por hoy es el país más poderoso del mundo ya que tiene la facultad de vencer o hundir, económicamente hablando, en el momento que le plazca, a la primera economía del mundo Estados Unidos. Para ello, es oportuno que valoremos la situación entre ambos países y las influencias que uno tienen sobre el otro.
Primero debemos señalar que hoy por hoy los Estados Unidos, a pesar del gran déficit comercial que mantiene, de una deuda pública desorbitada por encima del 107% sobre el PIB y de los constantes programas relajación cuantitativa inyectando miles de millones de euros de dólares creados de la nada para monetizar su déficit… lo cierto es que Estados Unidos se mantiene a flote.
¿Pero quién es la mano que mece cuna de EEUU? China es quién ayuda interesadamente a que la primera economía mundial no se meta un batacazo de tres pares, al menos hasta hoy en día. El principal interés del país asiático es que los Estados Unidos es el principal país al que exporta. De hecho, a principios del mes de septiembre conocíamos que las importaciones estadounidenses provenientes de China se incrementaron en julio un 1,9%, con respecto al mes anterior, hasta los 40.151 millones de dólares, mientras que sus exportaciones cayeron un 0,7%, hasta los 9.290 millones de dólares. Esta situación permite que el déficit comercial estadounidense con China aumentará un 2,7%, hasta fijar un récord histórico de 30.836 millones de dólares, por lo que en lo que va de año la balanza comercial negativa ha aumentado hasta los 186.080 millones de dólares.
Para que la primera economía mundial no se hunda arrastrando las exportaciones chinas, el Banco Central de China realiza la siguiente operación en el mercado de divisas, vende yuanes y compra dólares, con el objetivo de depreciar su moneda acumulando reservas estadounidenses y les financia sus abultados déficit públicos, convirtiéndose en el mayor acreedor internacional de los Estados Unidos, con 1,61 billones. Por ello, no nos debe extrañar esa carita de felicidad del presidente Obama, cuando mantiene reuniones con el presidente Xi, a pesar de que China sigue siendo una dictadura.
Otro punto clave de las relaciones entre ambos países se encuentra en que los sucesivos QE (programas de compra de activos) que se han llevado a cabo en la Reserva Federal, no generan inflación a los Estados Unidos ya que se dedican a exportar inflación a China y demás países de la siguiente manera: Más dólares creados artificialmente deprecian el valor de la divisa, las materias primas, al cotizar en dólares, suben para compensar la pérdida de valor, y los países productores como es China se terminan «comiendo» esa inflación y muestran una economía sobrecalentada porque como hemos dicho anteriormente el Banco Central de China quiere un yuan barato para exportar, menguando así la capacidad de compra de la divisa.
El peor que le podría suceder a los Estados Unidos hoy por hoy es que China decidiera liquidar sus bonos estadounidenses… tal cantidad de deuda pública llevaría a sus tipos de interés a cotizar a máximos y a imposibilitar la financiación del país, entrando en quiebra técnica. No obstante, el país asiático no tiene ningún interés en añadir dificultades financieras a su principal socio comercial, ya que como la economía es un sistema de vasos comunicantes, si los EEUU aumentan estrepitosamente sus impuestos para financiar sus presupuestos, reducirían la renta disponible de los estadounidenses, lo que terminaría estrangulando las exportaciones chinas.
Por último, no parece que este escenario de intereses vaya a cambiar porque tal y como dijo el presidente chino Xi en la VI Ronda del Diálogo Estratégico y Económico China-Estados Unidos «Tanto China como los Estados Unidos están decididos a asegurar el desarrollo sano y estable de las relaciones bilaterales bajo una trayectoria correcta» y añadió que «las dos partes deben establecer relaciones de respeto mutuo y una cooperación win-win (ganar-ganar) sin conflictos ni confrontaciones».