El Presidente Trump anunció que impondría un arancel del 10% sobre el aluminio importado y del 25% sobre el acero importado. No estaba claro si Trump eximiría a algún país de la medida. Las acciones de Trump podrían provocar represalias de China y otras naciones.
Las barreras comerciales son una forma muy costosa de preservar empleos en industrias menos competitivas o en declive. El aumento de las barreras comerciales podría desencadenar una guerra comercial que podría dañar las perspectivas de crecimiento económico en todo el mundo.
Durante la campaña de las elecciones presidenciales de 2016, el Sr. Trump se opuso continuamente a lo que afirmaba que era el dumping de acero chino barato en los mercados estadounidenses y prometió tomar represalias para proteger los puestos de trabajo estadounidenses en el sector siderúrgico.
China ha indicado que podría tomar represalias contra los aranceles estadounidenses sobre sus exportaciones de acero centrándose en las importaciones de productos agrícolas estadounidenses a China, como la soja.
El último paso de Donald Trump se produce tras la decisión adoptada en enero por los Estados Unidos de imponer aranceles de hasta el 50% sobre las importaciones de lavadoras y paneles solares procedentes de China y Corea del Sur.
Cabe recordar que el empleo en las acerías americanas ha ido disminuyendo desde la década de 1960, pero los estudios económicos sugieren que la mayor parte de esto se debe a las mejoras de la productividad por parte de los fabricantes en lugar de a la competencia de las importaciones baratas, lo que sugiere que hay pocas probabilidades de que las medidas proteccionistas ayuden realmente a llevar a la industria de la siderurgia.
Esto hizo que las acciones de los productores de acero estadounidenses aumentaran hasta un 12%, no obstante el S&P500 perdió un 1,3% ya que a los inversores les preocupaba que los costes de las materias primas y las barreras comerciales aumentaran en otros lugares.
Marc Fortuño