El llamado «rally de Santa Claus» es un repunte en la bolsa de valores que ocurre entre Navidad y Año Nuevo. No hay una explicación clara para este fenómeno; sin embargo, puede ser el resultado de la inversión la paga extra de navidad, inversiones hechas antes del cierre del trimestre fiscal o como una manera de anticiparse a la subida de los mercados que se experimenta habitualmente en enero de cada año.
Según la publicación Stock Trader’s Almanac, desde 1969 el rally de Santa Claus ha dado resultados positivos en 34 de las últimas 45 temporadas de vacaciones – los últimos cinco días hábiles del año y los dos primeros días hábiles después de año Nuevo. El retorno promedio acumulado en estos días es de 1.4%, y los rendimientos son positivos en cada uno de los siete días del rally, en promedio. Sin embargo, cada año hay al menos un día de caídas.
Investigaciones alternativas en un período más largo confirman la persistencia de estas tendencias: Según datos históricos que se remontan a 1896, el Dow Jones Industrial Average ha ganado un promedio del 1,7% durante este periodo de siete días, aumentando el 77% del tiempo.
Desde principios de los años noventa ha habido varios años en que el rally de Santa Claus no se ha realizado, incluyendo 1990,1999,2004,2007 y 2014. Observando el siguiente gráfico, nos damos cuenta de que la línea naranja que muestra que los rendimientos medios del rally de Santa Claus para los años 1999 y 2007 es negativa.
Curiosamente cuando el rally no se realiza, el nuevo año está dominado por los el mercado bajista. Por ejemplo, el mes de enero siguiente a la caída del 4% en 1999 comenzó una caída de 33 meses en el S&P 500. Además, la caída del S&P 500 a finales de 2007 dio inicio al segundo peor mercado bajista de la historia moderna.
El Ibex suele tener buenos resultados en el mes de diciembre, de hecho, sólo en ocho ocasiones desde que el selectivo español arrancó en 1992, diciembre ha sido un mes bajista. Por lo tanto, la estadística está a favor de los inversores españoles para este año. No obstante, no hay que olvidar el factor político de las elecciones catalanas que pueden dar un plus de volatilidad en la recta final del año.
Marc Fortuño