Desde que Trump obtuvo la victoria más que una debacle en las bolsas, han experimentado un rally. La expectativa de que Trump sería capaz de cumplir sus promesas en poner en marcha un proyecto de infraestructura masiva de gastos, reducir los impuestos corporativos, y derogar una amplia franja de la parte posterior de las regulaciones de Wall Street.
Desde las presidenciales, el índice S&P 500 ha subido más de un 6%, mientras que el Nasdaq conectó otro récord intradiario el viernes. Mientras tanto, el índice Dow Jones sigue explorando niveles justo por debajo del nivel de 20.000 puntos.
Las acciones, en particular las de ámbito financiero, se han disparado, al igual que el dólar estadounidense. En el otro extremo tenemos la evolución de los bonos que han reaccionado negativamente ante la perspectiva de un mayor crecimiento, mayor inflación y un endurecimiento más rápido de la Fed.
En consecuencia, la mayoría de los gestores de fondos ya están posicionados para un repunte en el crecimiento y la inflación de Estados Unidos con posiciones largas en los bancos y en dólares estadounidenses, y posiciones cortas en bonos, la libra esterlina y el euro, por las diferentes políticas monetarias que desarrollan sus autoridades monetarias.
Asimismo, en los últimos trimestres, los beneficios de las empresas americanas se han estado reduciendo, como queda ilustrado en el siguiente gráfico. Sin embargo, esta tendencia descendente se ha estado reduciendo por lo que en los siguientes resultados podríamos volver a ver crecimientos positivos de los beneficios.
El cuarto trimestre de resultados del año 2016 se inició la semana pasada, y por ahora, los analistas creen que los ingresos crecerán y la recesión de los beneficios experimentada ha terminado. Los analistas creen que la recuperación de los beneficios serán más intensa con las políticas a favor del crecimiento del presidente electo Trump.
A pesar de el gran empuje que ha tenido la bolsa americana, existe el riesgo de que el rally de Trump haya sido excesivo y por lo tanto experimente una corrección. Si tenemos en cuenta que sólo se están descontando expectativas de unas determinadas políticas fiscales que como es lógico, aún no se han producido y existe un manto de incertidumbre sobre cómo se financiaran para no deteriorar el riesgo país por un aumento de la deuda pública estadounidense.