La bolsa estadounidense ha tenido un excelente comienzo en los dos primeros meses de 2019. Los tres principales puntos de referencia de la bolsa de valores de Estados Unidos han ganado más del 10%. Según Barron’s, el Dow Jones Industrial Average ha subido por ocho semanas consecutivas, su racha ganadora más larga desde noviembre de 2017.
Las acciones de los mercados internacionales desarrollados y emergentes también han repuntado. Y no son solo las acciones. El entusiasmo de los inversores por los bonos basura, los bonos corporativos de grado de inversión y muchos otros activos de riesgo ha aumentado en el nuevo año.
Esto marca un giro completo desde el cuarto trimestre de 2018, cuando los inversionistas se dieron un gran festín con el efectivo y otras inversiones conservadoras. ¿Por qué el repentino cambio de opinión? ¿Ha mejorado tanto el panorama de las inversiones?
Es cierto que, dados los datos fundamentales de finales de diciembre, los precios de los activos se sintieron muy sobrevendidos en Nochebuena, lo que hace probable que se produzca una recuperación de las existencias en las primeras semanas del año.
Sin embargo, el repunte de los activos de riesgo en lo que va del año se debe en gran medida a las expectativas de los inversores de que las subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal quedarán en suspenso este año y de que pronto se alcanzará un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, lo que impulsará el crecimiento mundial. La cuestión es si la confianza de los inversores será recompensada.
Este desafiante entorno económico haya empezado a afectar negativamente a los beneficios empresariales. Según el informe FactSet Earnings Insight del 15 de febrero, el crecimiento interanual del beneficio por acción (BPA) para el cuarto trimestre será probablemente del 13,1% sobre un crecimiento de los ingresos del 7%. Estas sólidas cifras se sitúan por debajo del crecimiento esperado del 20,1% en el Estados Unidos del año natural 2018 y del 8,9% en la cifra de negocios.
Sorprendentemente, el informe señala que los analistas prevén un crecimiento negativo del beneficio por acción (BPA) del -2,2% para el primer trimestre de 2019. Una asombrosa caída en las expectativas de ganancias corporativas! FactSet también indica que 78 compañías han emitido una guía de BPA para el primer trimestre de 2019. Sorprendentemente, el 76% de ellos han emitido una orientación negativa, muy por encima de la media quinquenal.