Actualmente mercado está descontando cinco grandes riesgos: la desaceleración de china afrenta al crecimiento económico de estados unidos y la guerra comercial, Italia y su desafío con el objetivo de déficit frente a Bruselas, la fuerte volatilidad en emergentes, la discusión sobre el Brexit y el final del programa de flexibilización cuantitativa del BCE.
En los últimos días la volatilidad del mercado se ha disparado y las bolsas se han llenado de números rojos. El Eurostoxx 50 pierde un 8,83% en lo que va de año. Tras la oleada de ventas de la semana pasada, vimos la peor semana desde la corrección del mercado en el mes de febrero. Para la bolsa italiana fue la peor semana en aproximadamente dos años.
Y fruto de estas caídas, la relación precio-beneficio del MSCI Europe Index se ha reducido casi a la mitad en los últimos dos años. El PER del MSCI Europe se encuentra en 16 veces, los mismos niveles que vimos seis años atrás. Es decir, una rentabilidad sobre beneficios del 6,25%.
Europa está muy rezagada respecto a Estados Unidos en términos de crecimiento de beneficios, y los mejores resultados serán críticos para atraer a algunos de los miles de millones que se han retirado de las acciones europeas este año.
Los beneficios europeas son de particular interés porque su crecimiento estimado para este año es de apenas una cuarta parte del nivel de dos dígitos de las empresas estadounidenses.
La discrepancia ha hecho que los inversores rechacen las acciones de la región este año, aunque esa tendencia podría revertirse a medida que el efecto de la reforma fiscal de los Estados Unidos se disipe el próximo año. Y a medida que el escrutinio de los resultados se desplaza hacia las acciones valor, Europa está recibiendo una mayor atención.
Marc Fortuño