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Las tensiones comerciales pesan mucho sobre las cotizaciones bursátiles en todo el mundo, y los índices bursátiles de los países que dependen particularmente de las exportaciones para el crecimiento económico se ven especialmente afectados, informa. En Estados Unidos, el índice S&P 500 ha sufrido una corrección del 10% desde que alcanzó su máximo histórico el 21 de septiembre, y aún no ha logrado un repunte sostenido. En la actualidad, 14 de los principales índices bursátiles han caído un 10% o más con respecto a sus máximos anteriores, y seis de ellos, que representan a cinco países diferentes, han sufrido una caída del mercado bajista del 20%, como se indica a continuación.
– Alemania: Dax.
– China: Shanghai Composite, Hang Seng
– Italia: FTSE MIB.
– México: IPC.
– Corea del Sur: KOSPI.
De manera similar a las recesiones económicas, los mercados bajistas de valores pueden extenderse por todo el mundo. Por lo tanto, el temor de que, en un sistema económico y financiero mundial interconectado, el contagio que comienza en el extranjero probablemente infecte también a la economía de Estados Unidos y a los mercados de valores de Estados Unidos.
El índice Dax alemán, que incluye 30 acciones de las principales empresas, ha estado cayendo desde que alcanzó un máximo de cierre en enero, acosado por las crecientes preocupaciones sobre las restricciones comerciales y la desaceleración del crecimiento económico en todo el mundo. Basado en datos de FactSet Research Systems, se indica que los componentes del Dax obtienen colectivamente el 80% de sus ingresos de fuera de Alemania, mientras que los componentes del S&P 00 recogen solo el 37% de sus ventas fuera de las fronteras de los Estados Unidos.
En particular, la industria automotriz alemana representa alrededor del 7,7% del PIB de ese país, y que es altamente vulnerable a posibles restricciones comerciales que limitarían las exportaciones o perturbarían sus complejas cadenas de suministro mundiales. Los límites de su crecimiento inevitablemente tendrán ramificaciones negativas generalizadas para el resto de la economía alemana.
Además de sus aranceles sobre las importaciones de China, el Presidente Trump ha amenazado con imponer un impuesto del 25% sobre todos los vehículos y repuestos importados. Esto sería devastador para la industria automotriz alemana, que depende de los Estados Unidos como mercado principal.
Las empresas y los consumidores estadounidenses también se están viendo perjudicados por las tarifas, que están aumentando sus costos, informa The Wall Street Journal. La cantidad total recaudada por el gobierno de Estados Unidos sobre las importaciones en octubre superó los 5.000 millones de dólares, casi el doble de la cifra de mayo. Octubre fue el primer mes completo en el que se cobraron aranceles sobre importaciones de China por valor de 250.000 millones de dólares.
Mientras tanto, otros países están tomando represalias, y las estimaciones indican que en octubre se pagaron más de mil millones de dólares en aranceles sobre las exportaciones estadounidenses, lo que hace que los productos estadounidenses sean menos competitivos en los mercados extranjeros.
La gran pregunta es si las acciones estadounidenses pueden evitar un mercado bajista si China, la segunda economía más grande del mundo, y Alemania, la más grande de Europa y la cuarta más grande del mundo (Japón es la tercera), ya están en sus propios mercados bajistas. Además, la caída del mercado de valores en estos países está siendo impulsada por el deterioro de las perspectivas económicas, en parte debido a la guerra arancelaria desencadenada por el Presidente Trump.
La caída de los fundamentos económicos en el extranjero, además de los aranceles de represalia, están disminuyendo las perspectivas de las exportaciones de Estados Unidos. Esto, a su vez, será negativo para la economía de los Estados Unidos, sus beneficios corporativos y el valor de las acciones.
Marc Fortuño
