Con estas palabras «Sí, tengo mi dinero», Christine Lagarde, Directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), confirmaba ayer por la tarde que Grecia había formalizado el pago de cerca de 460 millones de euros, que corresponden al plazo de abril del préstamo recibido. Si Grecia no hubiera efectuado el pago, a día de hoy estaríamos hablando del default del país heleno, pero por ahora se han librado… Que hayan pagado, no significa que se disipen las dudas sobre la capacidad de pago del Gobierno de Alexis Tsipras, porque las tensiones siguen estando vigentes. Es más, a finales de marzo la agencia de calificación Ficht rebajó, por sorpresa, la calidad crediticia de Grecia a «CCC» desde «B» por la falta de acceso al mercado, la ajustada liquidez e incertidumbre sobre una posible entrega oportuna de ayuda a sus prestamistas.
Pero los pagos no terminan aquí, la agenda continua… para el próximo 12 de mayo el Gobierno griego deberá hacer frente al reembolso de 763 millones de euros al FMI y posteriormente en el mes de junio a 2.000 millones de euros. Además en materia de salarios y pensiones el día 15 de este mes, próximo miércoles, deberá enfrentarse a 500 millones de euros, del total de los 2.500 millones de euros mensuales en gastos domésticos. Recordemos que Grecia captó el miércoles pasado 1.137,5 millones de euros en la subasta de letras a seis meses, ofreciendo a los inversores un interés del 2,97%. En esa subasta, sólo participaron entidades helenas y ni un inversor extranjero.Con este importe se sustituirá títulos por un valor de 1.400 millones de euros que vencen la próxima semana.
La situación de los bancos griegos es tremendamente complicada ya que no pueden acceder a la financiación del Banco Central Europeo, que actualmente tienen los tipos al 0,05%, debido a que a partir del pasado mes de febrero, la autoridad monetaria europea no acepta bonos helenos como garantía y ha recomendado a los bancos helenos que dejasen de acumular deuda griega a corto plazo porque no serviría para acceder a la liquidez pero sí para aumentar su exposición ante un riesgo de impago. Los bancos griegos acuden en busca de financiación al Banco de Grecia que accede a la liquidez de emergencia (ELA por sus siglas en inglés), pagando unos intereses del 1,55, 150 puntos básicos de más. Hay una última hora de ayer y es que según una fuente del sector bancario de Reuters, Grecia obtuvo el incrementó del ELA que había solicitado, de este modo el programa pasaba a situarse en 73.200 millones de euros.
A este escenario hay que añadir la actual fuga de depósitos. Entre los meses de diciembre y febrero la huida masiva de depósitos ha sido de 23.829 millones de euros y mantienen 140.468 millones de euros. Aunque falta contabilizar el mes de marzo, las cifras de hasta febrero suponen un 15% del total de depósitos. Con este escenario y de seguir a este ritmo, no sería descartable presenciar un corralito en su sistema financiero…
Para el próximo 24 de abril se celebrará una reunión en Riga (Letonia), en el que el Gobierno griego debería alcanzar un acuerdo con el Eurogrupo para conseguir desbloquear el último tramo de ayuda urgente de 7.200 millones de euros. No obstante, en los próximos seis días deben presentar una lista de reformas de manera definitiva que afecten directamente al mercado laboral, el sistema de pensiones o la fiscalidad del país, debido a que el último plan de reformas se centró mucho en el fraude fiscal y la troika valoró que tales estimaciones de ingresos eran demasiado optimistas y solicitó medidas adicionales en materia de pensiones y mercado laboral.
Con toda esta situación tan espinosa, muchos nos preguntamos si fue correcto rescatar a Grecia y comprometer el dinero de los socios europeos, en un país que tiene una situación límite. ¿Está por delante el riesgo de quiebra que el riesgo moral? A día de hoy, cada español de a pie tiene comprometidos 559 euros en un país, cuya probabilidad de default aumenta día tras día.