Históricamente, el mercado de bonos europeo y el euro se han movido en el mismo sentido. En el siguiente gráfico podemos observar la correlación existente entre el bono alemán a 10 años y el cruce de divisas euro-dólar.
No obstante, en la actualidad vemos una divergencia entre ambos, pues en las últimas semanas el EUR/USD se ha incrementado hasta marcar un máximo en los 1,1912 dólares. En el mismo periodo de tiempo, hemos visto caer la TIR del bono alemán a 10 años hasta situarse en el 0,38%.
Este subidón del EUR/USD se debe a la clara mejora de las expectativas de la Eurozona, empezando por la eliminación del factor populismo que azotó a Francia y por las mejoras de las perspectivas económicas dentro de una Eurozona que avanza a un ritmo superior al 2%.
Esta mejora de las expectativas dentro de la Eurozona debería tener sus propias consecuencias en el programa de compras que mantiene el BCE y deberíamos ver cómo la autoridad monetaria se decanta por un proceso de Tapering. Un proceso de tapering significa que el BCE desaceleraría su ritmo de compras, lo que debería llevar al bono alemán a una TIR o objetivo, alrededor del 2%. Y tras la finalización del QE, el BCE debería desbloquear sus tipos de interés que se mantienen en el 0% en la actualidad.
Está muy claro que en el mercado de bonos existe una sobrevaloración nunca vista (nunca hemos visto bonos cuyas TIRs coticen en terreno negativo), por lo que la normalización de la política monetaria impulsará a caídas de bonos y subidas en sus respectivas rentabilidades.
Durante los últimos años hemos visto un hecho curioso, diversos estados, como es el caso de España, han conseguido incrementar su relación deuda/PIB , mientras se hundían los intereses que pagaban a sus acreedores, una deformación del mercado y sus riesgos en toda regla.
Marc Fortuño