La Comisión Europea ha aprobado el plan de recapitalización pública 5.100 millones de euros al banco estatal portugués Caixa Geral de Depósitos (CGD). Bajo los términos del acuerdo, Portugal inyectará hasta 2.700 millones de euros de capital en CGD, transferirá 500 millones de euros de sus acciones ParCaixa (holding público) a CGD y llevará a cabo la conversión de entre 900 y 960 millones de euros en bonos convertibles contingentes (CoCo) en capital.
Por su parte, CGD también se ha comprometido a recaudar 1.000 millones de euros de capital a través de deuda subordinada, lo que significa que los inversores privados pueden ayudar a aumentar el patrimonio del banco sin convertirse en accionistas.
CGD recibió fondos del estado en el año 2012, cuando se inyectaron 1.650 millones de euros a través de bonos Coco. Otros bancos portugueses que también recibieron ayuda del Estado a través de CoCo y han pagado la mayor parte de los préstamos al gobierno. La entidad registró en 2015 un resultado antes de impuesto de -193,1 millones de euros y un resultado neto de 205,2 millones de euros.
Caixa Geral de Depósitos es el mayor banco en Portugal por activos (99.355 millones de euros a finales de 2016 de junio), tiene que reforzar su capital debido a los elevados créditos dudosos en sus libros. El gobierno portugués ha estado negociando con Bruselas durante meses para que cualquier inyección no se considere ayuda estatal y por ello, no cuenta para el objetivo del déficit presupuestario, que Lisboa ha prometido reducir a 2,5% del PIB en 2016 a partir del año pasado un 4,5%.
Portugal fue rescatada con una ayuda internacional de 78.000 millones de euros, pero a pesar de ésto, el sector bancario sigue mostrando fragilidad. Asimismo, a los contribuyentes se les pidió en agosto de 2014 salvar a la entidad Banco Espírito Santo (BES) y de diciembre de 2015, al pequeño banco Banif. Estas operaciones han costado respectivamente 4.900 y 2.500 millones de euros al Estado y a diferentes entidades.