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La deuda pública española billonaria con «B» de burro

Los últimos datos reflejan que la deuda pública española ascendió en septiembre hasta los 1.020.680 millones de euros, o lo que es lo mismo superamos ya el billón de euros. El peso actual de la deuda pública sobre el PIB es del 97,6%. Debemos recordar que el peso de la deuda pública llegó a suponer el 99,5% del PIB pero en aquel entonces se hizo un amaño contable en el que se incluía la prostitución y las drogas. Con ayuda de la creatividad contable, nos hemos alejado, por ahora, de la barrera psicológica que supone el 100% de deuda pública sobre el PIB.

Esta cantidad de deuda pública que hemos acumulado se debe principalmente a que tanto el gobierno anterior como el gobierno actual han decidido que gastar más de lo que se ingresa era una buena idea económica. Para ser más explícito, en 2007 partiendo de un superávit del 3% en las cuentas públicas, el gobierno de Zapatero no sólo negó la crisis sino que se dedicó «en cuerpo y alma» a incrementar de forma disparatada el gasto público en sucesivos Planes E, cogiendo el manual Keynesiano, que propone gastar más para combatir recesiones. Por lo que cada año sumábamos déficits de alrededor del 10% sobre el PIB. Pero cuando venimos de una burbuja  financiera-inmobiliaria-obra civil gastar en más carreteras o arreglar aceras para volver a tiempos pasados lo único que permite, a ciencia cierta, es el aumento de la deuda pública. Y así es, porque en 2007 partíamos de una deuda pública del 36% sobre el PIB, mientras que en la actualidad hemos triplicado dicho importe. El gobierno actual de Rajoy también se dejó guiar por la vía de los sucesivos déficits, porque recortar implica un coste político y la partitocracia únicamente valora las medidas que hay que tomar en una economía en función del rendimiento electoral que pueda sacar para las próximas elecciones y recortar tiene muy mala prensa.

Como queda contemplado en el Programa de Estabilidad 2014-2017, veremos aumentar la deuda pública aún más. Para este año el objetivo de déficit es del 5,5% del PIB español y según la Comisión Europea este ejercicio tampoco cumpliremos los objetivos de déficit aunque el margen de error es mínimo porque se valora un déficit público del 5,6%. Este déficit supone cerca de 60.000 millones de euros de desfase presupuestario que según se contempla se iría reduciendo en los próximos años.

A más deuda menores intereses… ¿Qué está sucediendo?

¿Se imaginan que empezáramos a tirar abusibamente de nuestra tarjeta? ¿Qué pasaría? En un primer momento la entidad bancaria nos subiría los costes de financiación porque nuestro perfil de riesgo aumentaría progresivamente, en el supuesto de seguir gastando directamente nos cortarían la tarjeta. En España ha sucedido todo lo contrario, mientras vamos tirando de apalancamiento, la rentabilidad de la deuda está bajando día tras día hasta situarse en mínimos históricos. Si en la actualidad con un 97,6% de deuda pública sobre el PIB el bono a diez años ofrece una rentabilidad del 2%, en 2012 con una deuda pública del 80% sobre el PIB el bono a diez años pagaba un retorno del 7,7%.

Es lógico que estamos ante un escenario que no es normal porque el mercado está valorando una sobrecapacidad extraordinaría de la Administración para que pague su deuda. Pero hoy por hoy el crecimiento de la economía española está previsto en el 1,3% para el cierre de este año, mientras que, como hemos reflejado anteriormente, el bono a diez años está cotizando al 2% por lo que el avance de la economía sigue siendo menor a los intereses pagados por nuestra deuda y todo esto bajo un contexto de ralentización del crecimiento mundial y temores de una tercera recesión en la Eurozona. Vaya escenario!

La clave de esta desconexión entre el mercado de deuda y las perspectivas sobrestimadas está en manos del Banco Central Europeo (BCE) ya que durante los últimos años no sólo ha lanzado mensajes de confianza a los inversores sino que ha ido bajando tipos de interés hasta dejarlos en mínimos históricos -0,05% en la actualidad- también un programa TLTRO para inyectar liquidez y recientemente ha comunicado que tomará medidas más medidas si la inflación de la Eurozona no remonta.

Todo este escenario de estímulos «a priori» nos puede sonar muy bien pero hay que rememorar que fueron los tipos bajos del BCE los que motivaron la financiación a la burbuja inmobiliaria en España y las actuales políticas monetarias expansivas son las que están generando una posible burbuja de deuda soberana y corporativa que más pronto o más tarde nos terminará pasando factura… pero esta vez no llegaremos al fin de la burbuja con un peso de la deuda pública del 36% sobre el PIB sino con el 100%.

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