Las empresas tienden a fallar cuando ofrecen un servicio al cliente de manera deficiente. Y los gestores de inversiones se arriesgan a que se emprendan acciones legales si dan prioridad a sus objetivos antes que los del cliente. Todos cuentan la misma historia: Si los clientes no se mantienen por encima de los intereses comerciales, la relación fracasa.
Los gestores de inversiones tienen muchas oportunidades para beneficiar al cliente. Según el Instituto CFA,»las acciones de inversión deben llevarse a cabo en beneficio exclusivo del cliente y de una manera que el gestor considere, dadas las circunstancias y hechos conocidos, que sean en el mejor interés del cliente».
Los gestores deben actuar con prudencia, cautela y discreción. Las decisiones de inversión no pueden tomarse por capricho, deben estar respaldados con un criterio: análisis fundamental o análisis técnico. Los gestores deben actuar de acuerdo con el proceso de inversión establecido, es decir, la política de inversión que se incluye en el folleto informativo. La recompensa debe ser equilibrada con el riesgo permitido para evitar dañar a los clientes y sus intereses.
Los gestores también deben anteponer los intereses de los clientes a los suyos, lo que a veces es difícil. Ese objetivo no siempre se rige por obligaciones legales o reglamentarias. Para evitar confusiones, los gestores siempre deben asignar operaciones o hacer operaciones para una cuenta de cliente antes de negociar en su propio nombre. Los gestores deben considerar siempre una decisión de inversión en función de cómo beneficia al cliente.
Los gestores también deben evitar todo conflicto de intereses. Ellos deben considerar cómo su comportamiento impacta al cliente, y si el comportamiento crea un conflicto entre lo que es mejor para el cliente y lo que es mejor para el gestor/gestora, los intereses del cliente siempre deben ser lo primero.
Pueden surgir conflictos cuando un gestor de inversiones utiliza los activos del cliente para comprar servicios de investigación que benefician al gestor. Los gestores generalmente pagan una comisión más alta y a cambio reciben informes de investigación de terceros. Si los gestores utilizan los activos del cliente, deben revelar la cantidad al cliente, porque si el gerente paga una comisión más alta y el cliente no se beneficia directamente, podría presentar un conflicto de intereses.
Hay otras áreas de gestión de inversiones que un gestor debe tener en cuenta, como el establecimiento de directrices de inversión y la declaración de política de inversión. Los clientes son generalmente menos educados que los gestores en la gestión de inversiones (por eso contratan). Debido a esta relación las políticas de inversión deben de ser diseñadas en el mejor interés del cliente.
Marc Fortuño