Siempre es un día triste cuando el terrorismo golpea a las sociedades. Sin embargo, a pesar de las cifras actuales en Bélgica (más de 30 muertos y 200 heridos) lo cierto es que las bolsas no se han visto especialmente afectadas ante la barbarie yihadista. A pesar de las volatilidades iniciadas en las primeras horas de las sesiones europeas que movieron los selectivos bursátiles en terreno negativo, finalmente las bolsas europeas cerraron de forma mayoritaria en verde: El EuroStoxx50 (+0,08%), FTSE 100 (+0,13%), Dax 30 (+0,42%), Cac 40 (+0,09%), FTSE MIB (+0,01%) y el Ibex 35 (-0,32%).
El aeropuerto de Zaventem, lugar en el que se han llevado a cabo los atentados, es un elemento esencial para la economía belga, aportando a su economía el equivalente al 1,8% del PIB, aportan 60.000 empleos directos y operan 77 aerolíneas. A pesar de este factor, lo cierto es que tampoco la bolsa belga cerró en negativo, sino que avanzó un 0,17%.
Las aerolíneas, las hoteleras y las agencias de reserva, fueron los valores perjudicados en la jornada de ayer y los que mayores caídas presenciaron. Si nos centramos en las aerolíneas, la más perjudicada fue Air France con una caída del 3,95%, IAG (-2,36%), Ryanair (-2,19%), American Airlines (-1,63%), Lufthansa (-1,1%) y Easy Jet (-0,48%). La firma de Thomas Cook de reservas de viajes durante la sesión de ayer vio a sus acciones caer un 6,8%, cerrando finalmente con una caída del 4,27%.
Como viene siendo costumbre ante momentos de volatilidad como los vividos tras los atentados terroristas, los inversores recurren a los activos refugio. En concreto el oro subió un 0,61% hasta los 1.251,80 dólares la onza y otros activos como el bund, el dólar o el yen también mostraron apreciaciones.
El terrorismo no tiende a afectar a las bolsas en el medio plazo
Como repasamos en el artículo «¿Cómo afecta el terrorismo a los mercados?«, a pesar de las volatilidades pueda generar el terrorismo en el corto plazo, lo cierto es que en el medio plazo las selectivos tienden a recuperarse. Esto se debe a que se trata de hechos coyunturales motivados por un pánico cortoplacista que no tiene una repercusión mayor ni en el medio ni en el largo plazo. Es más, como veremos a continuación, las bolsas forman mínimos e inician una subida.
Si recordamos los últimos atentados en París en el pasado protagonizados el 16 de noviembre que se cobraron a 130 víctimas, el EuroStoxx50 protagonizó una alta volatilidad durante la sesión pero en las siguientes sesiones incluso recuperó las caídas previas que había experimentado el selectivo europeo.
Es más, si nos situamos en perspectiva, el mayor atentado terrorista en la historia fue el 11-S en el año 2001 y en ese punto el mercado reaccionó de forma especialmente violenta en la apertura del 17 de septiembre por el componente pánico y la acumulación de ordenes de venta. Ese escenario permitió que el índice Dow Jones perdiera más de un 14% en las siguientes sesiones desde los 9.580 puntos hasta alcanzar su mínimo el 8.235 puntos el 21 de septiembre. Incluso en el mayor atentado terrorista de este siglo, seguidamente el Dow Jones recuperó lo perdido y a mediados del mes de noviembre, la cotización se ubicaba por encima de los niveles previos al atentado.