Probablemente después de sufrir/disfrutar una burbuja inmobiliaria como la que estalló en Londres en el año 2008, lo lógico era que pasara una larga y dura «resaca» que les hiciera reflexionar sobre los excesos cometidos causados por el crédito barato. Pero nada más lejos de la realidad, y es que las fiestas económicas en materia de burbujas inmobiliarias son muy difíciles de olvidar y más en un centro financiero tan importante como es Londres, que es un polo de atraer capitales gracias a la City.
Recientemente, el banco de inversión UBS ha publicado un índice global del precio de los bienes inmuebles diseñado para realizar el seguimiento del riesgo de burbujas inmobiliarias en los centros financieros mundiales. En este estudio la principal ciudad del mundo que se enfrenta al riesgo de burbuja inmobiliaria es a día de hoy Londres, seguidamente de Hong Kong y en tercer lugar Sídney. Los precios de las casas de Londres no han parado de subir desde principios de 2013 debido a la demanda de los compradores en el extranjero, los atractivas rentabilidades sobre el alquiler y el crecimiento de la población. El Banco de Inglaterra ha pedido más facultades para poder regular los préstamos a los llamados «buy-to-let investors», inversores que son atraídos por los rendimientos de alquiler de más de 5% en comparación con el 1,8% que están ofreciendo los bonos a diez años del gobierno del Reino Unido.
Los números de esta burbuja son muy llamativos. En primer lugar, los precios medios de vivienda reales han aumentado en casi un 40% desde principios de 2013, compensando con creces todas las pérdidas provocadas por la crisis financiera. También, otro dato interesante es que un trabajador del sector servicios especializados necesita aproximadamente 14 años de su sueldo integro para poder comprar una vivienda de 60 metros cuadrados, el gasto de comprar un piso es comparable a alquilarlo durante 30 años. La burbuja ha alcanzado tales niveles que el precio de las casas de Londres, en términos reales, son un 6% por encima de su máximo anterior en el pico de la burbuja de 2007, a pesar de que los precios en todo el país después de estallar la burbuja inmobiliaria en 2008 disminuyeron en un 18%.
Asimismo, el promedio actual de los precios de la vivienda en Londres es de 362.699 libras, esto supone un poco más del doble del promedio del Reino Unido de 178.124 libras. Para poner estos datos en su contexto histórico, en los últimos 41 años los precios de las casas de Londres han sido una media de 1,5 veces superior a la cifra del Reino Unido.
Como todas las burbujas, y ésta no será una excepción, volverá a pinchar. Cuando los inversores entran en el mercado inmobiliario por las elevadas rentabilidades sobre alquiler que éste les ofrece, esos flujos de capitales impulsan el precio al alza, por lo que la rentabilidad sobre alquiler disminuye de manera progresiva hasta unos niveles en los que se encuentra el coste de la deuda, formando el umbral de saturación de todo mercado.