En comparación con las acciones y los bonos corporativos, los inversores tienen la percepción de que los bonos soberanos están envueltos en una especie de manto de protección para su cartera de inversión y más cuando éstos cotizan con TIR’s irrisorias como en el actual escenario… ¿Será que su riesgo es muy bajo? Mientras que las empresas pueden ir a la quiebra y dejar en la estacada a los acreedores, los líderes políticos teóricamente no permitirían ese escenario.
Sin embargo, los países hacen posible para poner en tensión su deuda ya que tienden a acumular déficits públicos, lo que constituye un elemento de inestabilidad y más cuando se producen shocks económicos, lo que mengua la capacidad de refinanciar los vencimientos de deuda. Argentina, Rusia y Pakistán son sólo algunos de los gobiernos que han dejado de pagar en las últimas dos décadas a los tenedores de bonos.
Por supuesto, no todos los defaults son iguales… En algunos casos, el gobierno realmente no tiene un interés en asistir al pago de los bonos porque consideran que «la deuda es ilegal». Otras veces, simplemente se retrasa un desembolso del pago de los intereses o el principal. A veces, el gobierno también puede intercambiar los bonos originales por otros nuevos con condiciones más favorables para sus intereses favorables, ya que el titular acepta ya sea un menor rendimiento o un «recorte» en valor.
Históricamente, el hecho de hacer valer los las obligaciones es un problema mayor para los países que reciben préstamos en una moneda extranjera. ¿Por qué? Porque cuando se enfrentan a un déficit presupuestario, estas naciones no tienen la opción de simplemente imprimir más dinero, ya que lo fácil para un país es endeudarse en su propia divisa.
El hecho de que muchos países en desarrollo emitir bonos en una moneda alternativa (a menudo el dólar estadounidense) ayuda a explicar por qué la riqueza juega un papel tan importante en el riesgo de incumplimiento. Según el Banco Mundial, la probabilidad de impago de la deuda pública entre todos los países con un alto ingreso nacional bruto per cápita es del 7%, en comparación con 17% para los países con bajo ingreso nacional bruto per cápita.
A pesar de su relativamente alto ingreso per cápita, algunos países de la Eurozona se han enfrentado a la misma limitación, en la crisis de deuda soberana. Si recordamos en marzo de 2012 tiene lugar el segundo rescate de Grecia que supone una reestructuración radical de la deuda griega. Se produce una quita de la deuda en manos privadas del 53,5 %.
Con la capacidad de imprimir su propio dinero, países como Estados Unidos, el Reino Unido, la Eurozona y Japón parecen inmunes a un impago de la deuda. Esto no es exactamente así… A pesar de una brillante trayectoria en general, los Estados Unidos ha incumplido técnicamente un par de veces a lo largo de su historia. En un caso en 1979, el Tesoro se perdió temporalmente los pagos de 122 millones de dólares en deuda a causa de un error de papeleo. Incluso si el gobierno es capaz de pagar sus deudas, los legisladores pueden no estar dispuestos a hacerlo, como ya se vio en EEUU los endrentamientos desde el bando republicano sobre el límite de la deuda nos recuerdan.
También es importante recordar que los inversores tenedores de bonos soberanos pueden verse gravemente afectados según la política monetaria de la autoridad monetaria por el efecto devaluación de la divisa de referencia. Incluso si la nación no ha incumplido oficialmente, el banco central tiene la opción de aumentar su base monetaria y comprar bonos en el mercado secundario. Al introducir, más dinero en el sistema financiero, la divisa tiende a perder valor frente a las demás divisas de referencia.
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