Un Contrato por Diferencias (en inglés Contracts for Difference, CFD) son contratos entre la parte comrpadora y la parte vendedora en el que se acuerda intercambiar la diferencia del activo subyacente (acciones, bonos, divisas, materias primas, etc…), y el precio del mismo cuando el contrato cierre. De este modo, este tipo de productos financieros dejan de lado la transmisión de un subyacente sino que persiguen negociar con la diferencia del precio del subyacente.
Para operar con CFD’s hay que tener claro que son productos apalancados, por lo que nuestro intermediario financiero nos exigirá una garantía del valor total de la operación. Esto permite «ponerse largo» si nuestras expectativas son alcistas sobre el activo subyacente, o bien «ponerse corto» si las expectativas son bajistas.
Cuando se cierra el contrato, el inversor o bien cobrará o bien deberá abonar la diferenccia entre el valor de cierre del activo subyacente y el de apertura del CFD. Si la diferencia es positiva, el proveedor de CFD’s pagará pero si la diferencia es negativa será el inversor quién deba pagar al proveedor de CFD’s.
¿Cuáles son los riesgos de CFD’s?
Riesgo de liquidez: El riesgo de que su CFD o activo no pueda negociarse en el momento en que usted desea.
Riesgo de apalancamiento: Cuanto menor sea la petición de margen, por parte del intermediario financiero, mayor será el riesgo de posibles pérdidas si el mercado evoluciona en su contra.
Riesgo de limitación de pérdidas: Con el objetivo de limitar las pérdidas, muchos proveedores de CFD’s ponen a disposición de los inversores un «stop loss» para efectuar un cierre automático de la posición. Pero este mecanismo puede no funcionar debidamente, si el activo subyacente muestra variaciones de precios muy rápidas.
Riesgo de ejecución: Posibilidad de que exista algún tipo de demora entre el momento en que el inversor realiza la orden, y aquél en el que se ejecuta.
Riesgo de contraparte: Es el riesgo de que el proveedor que emita los CFD, la contraparte, incumpla sus compromisos y no pueda atender sus obligaciones financieras.
Avisos de la CMNV y la ESMA sobre los CFD’s
Según un estudio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que analizaron los resultados de la operativa con CFD’s con una muestra de 8.000 inversores, concluyeron que el 75% de los inversores pierde dinero con este producto financiero. Por si fuera poco, la pérdida media de los inversores es de 3.300 euros, siendo de más de 5.000 euros de media por inversor en alguna entidad y en algunos casos concretos, las pérdidas fueron más de un millón de euros.
También, el regulador bursátil español afirmaba que este nivel tan elevado de pérdidas produce una elevada rotación ya que la cuarta parte de los clientes realizan operaciones sólo durante uno o dos meses y seguidamente abandonan este tipo de productos financieros.
Desde la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) advirtieron que sólo debemos operar con CFD’s si se contamos con una amplia experiencia en mercados volátiles, comprendamos plenamente el funcionamiento y los riesgos vinculados al apalancamiento y que dispongamos de tiempo suficiente para gestionar la operativa de manera activa.
Ejemplo de funcionamiento de un CFD’s
Imaginemos que creemos que las acciones del Santander subirán y adquirimos 5.000 CFD’s a un precio de 10 euros, la exposición total sería de 50.000 euros (5.000 x 10 euros). Nuestro broker nos exige un margen del 5% para realizar la operativa por lo que el importe será de 2.500 euros. La rentabilidad que obtendremos de este pago inicial dependerá del precio a que coticen las acciones del Santander cuando decidamos cerrar la posición.
Si el precio de las acciones de Santander caen un 5% (de 10 a 9,5 euros), y el apalancamiento es de 20, perderíamos el importe total (-100%) del margen inicial, es decir, 2.500 euros. Si las acciones se caen en un 10% (de 10 a 9 euros), y el apalancamiento es de 20, perderá su pago inicial de 2.500 euros, y su proveedor de CFD le solicitará otros 2.500 euros (petición de reposición de margen), si queremos mantener el contrato abierto. Esto significa que sus pérdidas pueden superar ampliamente el margen inicial.