Los fabricantes de automóviles y los problemas para adquirir cobalto

El cobalto es vital para la actual generación de baterías de vehículos eléctricos, utilizadas por Tesla, Nissan y Chevrolet. Pero desde el año pasado, sin embargo, el precio ha subido más del 80%, más que cualquier otro metal de la batería, del mismo modo que los fabricantes de automóviles buscan reducir los costes para hacer que los vehículos eléctricos sean competitivos con el motor de combustión interna.

El intento fallido de Volkswagen de asegurar por lo menos cinco años de suministro de cobalto destaca el desafío que enfrentan los fabricantes de automóviles más grandes del mundo al intentar asegurar los materiales necesarios para su empuje en vehículos eléctricos. No es de extrañar que los mineros se muestren reacios a firmar contratos de suministro a largo plazo en un entorno de precios al alza con un solo cliente.

Otros fabricantes de automóviles como BMW y Tesla Motors también trataron de almacenar el metal. Eso podría poner a prueba hasta el punto de romper un nicho de mercado que depende en gran medida de un puñado de minas en la República Democrática del Congo, uno de los países más empobrecidos y políticamente volátiles de África.

Se espera que la demanda de cobalto en baterías para vehículos eléctricos se cuadruplique para 2020, y se multiplique por once para 2025, según Wood Mackenzie. Si no se logra reducir la oferta, esto podría poner en peligro los planes agresivos de los fabricantes de automóviles para lanzar nuevos modelos de vehículos eléctricos. En el Salón del Automóvil de Frankfurt de este año, Volkwagen se comprometió a gastar 70.000 millones de euros para electrificar 300 modelos de coches para 2030.

El cobalto se está negociando a unos 30 dólares la libra sin embargo, las actuales previsiones es que la cotización podría elevarse a entre 40 dólares y 45 dólares. No obstante, cualquier aumento en las cotizaciones podría incentivar el desarrollo de nuevas tecnologías y productos químicos para las baterías, de manera similar a lo que ha ocurrido en el mercado de petróleo con la aparición del fracking.

Marc Fortuño