Los precios de las commodities del petróleo, el oro, el cobre, el algodón y el azúcar han sufrido un auténtico varapalo en sus respectivas cotizaciones, lo que subraya una aversión creciente en la inversión en materias primas. En concreto, este lunes los precios del crudo cayeron por debajo de los 50 dólares y por su parte el oro se dejó un 2,2% situándose en los mínimos de los últimos cinco años. La razón de por la que estamos presenciando estos descensos no es otra que la subida de tipos de interés que está preparando la Reserva Federal por primera vez en casi una década y previsiblemente será a partir del mes de septiembre y la desaceleración de China que tiene un gran impacto global en la demanda de materias primas.
Una subida de tipos por parte de la Fed daría alas al dólar y añadiría una presión vendedora a las commodities que tienen un precio basado en la divisa estadounidense. Técnicamente, un dólar alcista conlleva a que las materias primas sean menos accesibles para para los inversores extranjeros o bien países importadores por su relación con el tipo de cambio, asimismo los inversores prefieren activos que generen rendimiento y no activos como las commodities que ni ofrecen dividendos, ni cupones pero sí conllevan unos costes de almacenaje.
Si hay un activo que se ha visto perjudicado es sin lugar a dudas el oro. Y es que ante su consideración de activo refugio, los inversores acudieron en masa al oro, y se apresuraron a proteger los activos de la crisis financiera, en la creencia que el metal tendría un mejor comportamiento que las acciones o bonos en tiempos turbulentos, hasta que en agosto de 2011 llegó a cotizar en su máximo histórico en los 1.888,70 dólares la onza. Desde entonces, la cotización se ha desplomado un 41% y la subida de tipos no parece que sea la mejor de las noticias para asistir a nuevos avances en el precio de la commodity.
Curiosamente, muchos inversores entraron en las materias primas durante el rally histórico en la primera parte de la década pasada, cuando el dólar estaba en descenso y muchos temían que los suministros mundiales caerían por debajo de las necesidades de una población creciente. Ahora sucede lo contrario, el dólar gana fortaleza y no hay peligro en los suministros mundiales porque la demanda de China va a menos los que repercute en un exceso de materias primas.
Para acabar, en el siguiente gráfico podemos observar en naranja el índice Bloomberg Commodity Index y en azul la evolución del dólar. Se aprecia de manera clara la correlación inversa de ambas cotizaciones. En este último periodo, los diferenciales se empiezan a separar a mediados del año anterior cuando el mercado ya estaba descontando que la Reserva Federal pondría punto y final a la QE3. Durante este año, el índice Bloomberg Commodity Index ha perdido un 7,83%, mientras que el dólar ha avanzado un 8,7%.