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Los ocho indicadores indispensables que debes entender antes de contratar un fondo de inversión

Cada uno de nosotros, con la finalidad de rentabilizar nuestros ahorros, dispone de una amplia gamma de fondos de inversión como alternativa de inversión. No obstante, estos productos financieros por la calidad de su gestión mantienen intensas diferencias entre sí. Para ello, el fondo tiende a ofrecer una serie de indicadores históricos que observan las variables que han influido en la trayectoria de este fondo de inversión. Pero, ¿Qué significan estos indicadores?

Alfa: Rentabilidad adicional obtenida por un fondo respecto a su índice de referencia o benchmark teniendo en cuenta la exposición de este fondo al riesgo de mercado medido por la beta. Es decir, el gestor es o no es capaz de batir a su índice de referencia. De no ser así, quizá pueda adquirir otros productos como ETF´s o Fondos índices que replican el índice pero con comisiones menores.

Beta: Es una medida de la sensibilidad del fondo o de la acción a los movimientos del mercado. La beta del mercado es igual a 1,00 por definición. Una beta de 1,10 significa que el fondo o la acción ha tenido, de media, una rentabilidad un 10% superior a la del mercado cuando éste subía, pero un 10% peor que el mercado cuando este bajaba.

Volatilidad: La desviación típica de un fondo es una medida del riesgo del fondo. Indica cómo, en términos medios, la rentabilidad del fondo se ha desviado de su media. Una desviación típica alta significa que la rentabilidad del fondo ha experimentado fuertes variaciones mientras que una baja indica que la rentabilidad del fondo ha sido mucho más estable.

Ratio de Sharpe: La ratio introducida por William F. Sharpe en 1966 se denominó en su origen reward to variability ratio. La ratio relaciona la media y la desviación estándar del diferencial de rentabilidad de un fondo con respecto a los activos libres de riesgo, de forma que indica la rentabilidad adicional que se obtiene por unidad de riesgo total asumida.  La ratio puede indicar, por tanto, que el fondo no lo esté haciendo tan bien como el mercado y esto estaría justificado por la existencia de riesgo diversificable o no sistemático en la cartera.

Ratio de Sharpe = Rentabilidad media/ Desviación estándar

Ratio de Información: Es una medida de rentabilidad ajustada al riesgo en la que se compara el fondo con su benchmark. Matemáticamente es el exceso de rentabilidad dividido por el tracking error del fondo respecto a ese benchmark.

Tracking error: Este indicador es muy útil a la hora de analizar fondos que replican índices. Es una medida de la volatilidad de las diferencias de los rendimientos de un fondo y su correspondiente benchmark. Es igual a la desviación estándar del diferencial de rendimientos o rendimientos relativos (rendimiento del fondo – rendimiento del benchmark). Cuanto más pequeño es el tracking error, mejor replica el fondo a su benchmark en rentabilidad y riesgo. Por lo tanto, los fondos de gestión pasiva tendrán un tracking error pequeño

R cuadrado (R2): Representa el porcentaje de variación de rentabilidad de la variable dependiente (en este caso la rentabilidad del fondo de inversión) que puede ser explicado por la variable independiente (la rentabilidad de su índice de referencia). Si tomamos por ejemplo un fondo que siga de muy cerca al índice IBEX 35 y si hacemos una regresión respecto a ese índice obtendremos un R2 igual a 1 o, por lo menos, muy próximo a 1. Esto significa que prácticamente todas las fluctuaciones de rentabilidad del fondo pueden explicarse por la evolución del índice en cuestión

TER: Porcentaje de reducción anual en la rentabilidad del partícipe producido por los gastos fijos operativos si los mercados permanecieran planos y el fondo mantuviera su cartera sin operar durante un periodo. Representa la influencia en la performance de un fondo de los gastos en los que incurre, teniendo en cuenta no sólo los gastos de gestión y depositaría, sino además otro tipo de gastos como son los de auditoría, administración y distribución.

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