En la reunión de ayer, tal y como se esperaba, el Consejo de Gobierno del BCE decidió que el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se mantendrán sin variación al 0,00%, 0,25% y -0,40% respectivamente.
Draghi hizo un apunte interesante… En relación al QE comentó que las decisiones sobre el QE son «muchas, complejas, y siempre naturalmente se piensa en los riesgos que pueden materializarse en las próximas semanas o meses» y añadió «probablemente la mayor parte de estas decisiones se tomarán en octubre».
Durante la conferencia de Draghi, el euro subió a un récord de 33 meses frente al dólar por encima de 1,20 dólares. De hecho, la moneda única tocó 1,2059 dólares, muy cerca del pico intradía de la semana pasada de 1,2069 dólares. Posteriormente retrocedió a 1,2018 dólares, pero aún así todavía subía un 0,9% en el día y ya suma un 14% en lo que va de año.
Como dato curioso, esta subida del euro se produjo cuando Draghi mencionó específicamente la fortaleza de la moneda, diciendo que el banco central está monitoreando cómo está afectando la inflación y el crecimiento en la zona euro. Muchos consideran que la apreciación del euro es una de las razones principales por las que el BCE se ha mantenido al margen de anunciar el comienzo de la reducción de su paquete de estímulo.
Recordemos que hace poco el director ejecutivo de Deutsche Bank, John Cryan, pidió al BCE que cambie el rumbo y dejara de proporcionar dinero barato, advirtiendo que observaba burbujas de precios en acciones, bonos y propiedades. «La era del dinero barato en Europa debería llegar a su fin, a pesar del fuerte euro».
Si el euro sigue subiendo la inflación se mantendría estable. Esto se debe a que cuanto más sube el euro, más caros son los bienes y servicios para los clientes que no son euro, lo que podría afectar las exportaciones de la Eurozona. Al mismo tiempo, disminuye la inflación a medida que los bienes importados se hacen más baratos.
Por ahora seguiremos con el QE intacto debido a que las medidas de la inflación subyacente han subido ligeramente en los últimos meses, pero, en general, se mantienen en niveles moderados. Por lo tanto, seguirán con el QE para que las presiones inflacionarias subyacentes se acumulen gradualmente y apoyen la evolución de la inflación general a medio plazo.
La economía de la eurozona está mejorando claramente. El PIB real de la zona del euro aumentó un 0,6% (dato intertrimestral) en el segundo trimestre de 2017, después de un 0,5% en el primer trimestre. Los datos de la encuesta apuntan a un crecimiento amplio y continuo en el futuro y las proyecciones actuales vaticinan un crecimiento anual del PIB real del 2,2% en 2017, del 1,8% en 2018 y del 1,7% en 2019, todas ellas revisadas al alza.
Marc Fortuño