Si debemos de culpar a alguien de que el Ibex 35 haya pasado de cotizar de los 11.866 puntos, correspondientes al máximo de abril de 2015 hasta los 8.915 puntos actuales (-24,87%), es sin lugar a dudas al sector bancario que tiene un peso del 31,4% del selectivo. En especial hay que destacar a los valores que más ponderan, Santander y BBVA que han perdido desde abril de 2015 un 41% y un 35% respectivamente.
Como factor generalizado en el sector, hay que destacar recientemente la decepción del sector financiero ante un BCE que finalmente en diciembre del año pasado decidió no aumentar las compras mensuales del QE que actualmente se encuentran en 60.000 millones de euros. Como es lógico, en una banca adicta a los estímulos, que el BCE le descargue de bonos el balance es una mala noticia para el sector. Asimismo, tras el resultado de las elecciones generales y el panorama tan complicado para formar gobierno, la banca fue uno de los sectores que más sufrió la incertidumbre política surgida de las urnas.
Santander
En el Santander tenemos varios factores claves para entender por qué ha liderado los descensos. El más relevante es la ampliación de capital de 7.500 millones de euros, que protagonizó el Santander con el objetivo de cumplir con las exigencias de solvencia. Un día posterior a la ampliación de capital los títulos cayeron un 14%. También hay que tener en cuenta el sustancial recorte del dividendo que pasó de 0,60€ a 0,20€ (-66%).
En los resultados del 3T15 del Santander, podemos ver los diferentes pesos geográficos del beneficio atribuido ordinario. Sobre este punto cabe destacar a Brasil que pondera un 19% sobre el total y actualmente vive una recesión profunda. De hecho, en 2015 Brasil habría cerrado con una caída de su PIB superior al 4% y para este año según los datos del Banco Central Brasileño, la economía caerá un 3%. De confirmarse este escenario, la mayor recesión acumulada en décadas para Brasil, con casi una contracción del 7% de su PIB en apenas dos años sería un escenario especialmente negativo para los resultados del Santander.
Si tenemos en cuenta el efecto dilutivo para el accionista del Santander y que las ampliaciones de capital tienden a forjarse en entornos en los que los directivos creen que la acción está sobrevalorada, es perfectamente lógico que el valor se haya desplomado un 41% desde abril del año pasado hasta la actualidad.
BBVA
Por su parte los títulos de BBVA, sufren especialmente a partir de noviembre de 2015, coincidiendo con la presentación de los resultados correspondientes al tercer trimestre de 2015. En los resultados, la entidad bancaria perdió 1.057 millones, tras adquirir un 14,9% más del turco Garanti, una operación que le ha supuesto un cargo contable de 1.840 millones.
A esta situación hay que incluir que la volatilidad en los mercados y la depreciación de las divisaas impactaron directamente en el nivel de solvencia del grupo. La ratio de capital principal, CET1 fully loaded, cae hasta el 9,8%.