Por primera vez en los últimos 7 años los precios de la vivienda del Reino Unido han empezado a caer desde una base interanual. El pasado mes de octubre los precios cayeron un menos 0,2% o 607 libras esterlinas menos(Gráfico de Jeroen Blokland). Asimismo, mes a mes, el precio de venta que llega al mercado ha caído un 1,7%, caída dramática de 5.222 libras esterlinas, y mucho más en lugares de alto valor como Londres.
Aunque el proceso de desaceleración del mercado inmobiliario se ha mantenido en los últimos años, dejando atrás las tasas interanuales superiores al 5% que se firmaron en 2016.
Hace siete años, las subidas de precios comenzaron a propagarse desde la capital hacia el cinturón de cercanías en el sureste. Ese efecto dominó se ha invertido y parte del reajuste de los precios del mercado de Londres ha reverberado en el cinturón de viajeros. Los nuevos vendedores de propiedades que ahora llegan al mercado en esta región han bajado tardíamente sus precios. Las antiguas ciudades de zonas calientes de gama alta se encuentran ahora entre las que más caen anualmente, con Rickmansworth (-7,1 por ciento), Esher (-6,4 por ciento) y Gerrards Cross (-6,0 por ciento), que han pasado a ser zonas frías tras una subida de los precios de casi el 40 por ciento durante los siete años anteriores».
Desde la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, muchas familias han visto como se depreciaba a su poder adquisitivo debido a una inflación que ha ido incrementándose más velozmente que el ritmo de avance de los salarios, y una incertidumbre sobre el contexto económico británico que ha tenido un claro impacto sobre el mercado inmobiliario.
El telón de fondo de la continua incertidumbre política, enfriando los mercados en el sur del país y en el sector de precios más altos, se han combinado para persuadir a los nuevos vendedores a bajar los precios de venta antes y más profundamente de lo habitual.
Recordamos también que esta desaceleración del precio de la vivienda no está vinculada a la evolución de los tipos de interés que mantiene el Bank of England ya que tras la decisión de salida, la autoridad monetaria británica bajo los tipos de interés del 0,50% hasta el 0,25% y seguidamente, los ha subido hasta fijarnos en el 0,75%. Por lo tanto, no se percibe un fuerte incremento del precio del dinero que tenga su reflejo en el mercado inmobiliario británico.
Marc Fortuño