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El subidón que está teniendo el euro podría complicar los planes desde el BCE para revertir su política monetaria no convencional. A día de hoy, el euro sigue con una fortaleza envidiable y ya lo hemos visto por encima de los 1,20 dólares durante esta semana.
Existe un dato muy interesante y es que las posiciones largas de los especuladores en el euro han alcanzado su mayor nivel en los últimos cinco años, y esto coincide con que las manos fuertes también se están lanzando a comprar deuda europea, apostando que un euro fuerte terminará retrasando los planes de frenazo en los estímulos.
Las previsiones del consenso para la zona euro muestran un crecimiento del 2% (actualmente la cifra es del 2,20%), una cifra que ha sido revisada a lanza desde principios de 2017, mientras que en Estados Unidos la previsión de crecimiento ha quedado reducido a la mitad. Y además, otro hecho positivo es que el superávit por cuenta corriente de la Eurozona está creciendo con fuerza.
También hay que valorar que desde Estados Unidos se está dando un fracaso del presidente Donald Trump en sus planes para la reducción de impuestos a las empresas y las grandes inversiones en infraestructuras.
Tradicionalmente el euro y el riesgo en el mercado de valores se han movido de manera conjunta. Tenemos los ejemplos de la crisis de deuda de 2011 y 2013, pues la bajada de la renta variable iba de la mano con la depreciación del euro. El euro está lejos de ser considerado como un valor refugio ya que tenemos en memoria las crisis de deuda. Sin embargo, durante este año, ya tenemos un avance cercano al 14% frente al dólar lo que muestra una evidente fortaleza estructural.
Por lo tanto queda todo en el aire y en la próxima semana los responsables del BCE tendrán que tomar cuenta de este impacto y valorar si puede tener algún efecto fuerte sobre las exportaciones fuera de la Eurozona. Hasta la fecha parece que el BCE está obviando esta fortaleza pues vimos que el presidente Mario Draghi no mencionó la fortaleza de la divisa europea en la conferencia en Jackson Hole la semana pasada.
Marc Fortuño
