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Shinzo Abe está listo para echar más madera a su programa de estímulo económico y por su parte, poder ejecutar una revisión de la constitución pacifista de Japón, después de que su apuesta por convocar elecciones anticipadas fuera recompensada con una victoria contundente.
La coalición gobernante del primer ministro, encabezada por el partido liberal demócrata, obtuvo una gran mayoría parlamentaria de dos tercios que le dio un nuevo mandato para seguir con Abenomics -combinación de flexibilidad fiscal monetaria y reformas estructurales- y la oportunidad de continuar con su prioridad personal de revisar la constitución japonesa de posguerra.
Las acciones japonesas se mantuvieron en alza gracias al resultado, con un índice Topix subiendo un 0,8 % y el Nikkei 225 ganando un 0,9% el lunes por la mañana. Por su parte, el yen cayó 0,2% para situarse en los 113,7 yenes por dólar.
La política económica agresiva desde la primera victoria electoral del Abe en 2012 ha proporcionado el mercado laboral más fuerte de Japón desde mediados de la década de 1970. Sin embargo, la inflación se ha mantenido estancada cerca de cero -último dato del mes de septiembre del 0,4%- por lo que el objetivo de Abenomics ha fracasado.
Finalmente, la economía sigue estancada y la tasa media de crecimiento anual se sitúa en torno a un escaso 1%, y con salarios estancados. Los salarios de los trabajadores a tiempo completo aumentaron un promedio de 0,7% en agosto y no han cambiado mucho en los últimos cuatro años. Aunque las empresas están mejorando, esto se debe principalmente a que los exportadores japoneses están vendiendo bien en el extranjero, más que en el mercado interior.
Marc Fortuño
