El Black Friday -el nombre dado al primer día después del Día de Acción de Gracias- es uno de los eventos más importantes de ventas al por menor y gastos en los Estados Unidos y que se ha extendido en diferentes países europeos, entre ellos España desde el año 2012. Cada temporada festiva, los pronosticadores hacen predicciones sobre el nivel de ventas el Viernes Negro, y la confianza de los inversores puede verse afectada por si se cumplen o no esas expectativas.
Si los consumidores hacen un seguimiento intenso del Día de Acción de Gracias gastando mucho dinero el Viernes Negro y los minoristas muestran números fuertes, entonces los inversores podrían tener su primer indicio de que se está convirtiendo en una temporada de compras particularmente provechosa. Esta confianza debería reflejarse en la Bolsa, que al fin y al cabo es una máquina de descontar expectativas. De esta manera, el Black Friday podría ser considerado un indicador líder para los mercados.
Por el contrario, muchos lo toman como una señal de problemas si los minoristas no pueden cumplir con las expectativas el Black Friday. La preocupación por la salud de la economía aumenta si se percibe que los consumidores ahorran demasiado. Esto puede hacer que el mercado de valores sufra.
El Día de Acción de Gracias es un día importante para muchas empresas, especialmente las de la industria alimentaria. Sin embargo, es poco probable que el mercado bursátil se vea afectado sólo por el Día de Acción de Gracias debido a la importancia del día después.
El Viernes Negro es importante porque este es el día de las compras en el que muchos minoristas tradicionalmente han hecho suficientes ventas para ponerlas en el negro para el año. Dado que muchos minoristas consideran que el Black Friday es crucial para el desempeño anual de su negocio, los inversores consideran que las cifras de ventas son una forma de medir la salud general de toda la industria minorista.
La bolsa puede verse afectada por tener días libres adicionales para el día de Acción de Gracias o Navidad. Los mercados tienden a ver un aumento de la actividad comercial y mayores retornos el día antes de un día festivo o un fin de semana largo, un fenómeno conocido como el efecto vacaciones o el efecto fin de semana. Muchos operadores buscan capitalizar estos efectos estacionales.
Muchos analistas e inversores se burlan de la idea de que el viernes negro tenga una previsibilidad real del cuarto trimestre para el conjunto de los mercados. En cambio, sugieren que sólo causa ganancias o pérdidas a muy corto plazo.
Un análisis de Market Watch del 2008 realizado por Mark Hulbert analizó una muestra de 114 años sobre el comportamiento del mercado bursátil después de Acción de Gracias y durante el resto del año calendario. Llegó a la conclusión de que no había correlación entre un aumento de las ventas del Black Friday y el desempeño del cuarto trimestre.
El día de Acción de Gracias y el Viernes Negro pueden tener importantes implicaciones a corto plazo en Wall Street, pero sus efectos bursátiles a largo plazo siguen siendo inciertos.
Marc Fortuño