Un Repo (Repurchase agreement) es una cesión temporal de un activo financiero con un pacto de recompra en una fecha futura a un determinado precio establecido previamente en el contrato que será superior que el precio de l cesión. Este tipo de operaciones van dirigidas normalmente a clientes institucionales o bien a inversores de la banca privada, por lo que el perfil del cliente tendrá un nivel más especializado en materia de inversiones. Con una Repo las entidades ceden unos determinados activos para obtener liquidez de inmediato y a su vez los inversores obtienen una rentabilidad en su inversión superior a la que puedan ofrecer productos bancarios como son los depósitos a la vista que ofrecen las entidades. Si la entidad que cede el activo no asume su compromiso de recompra, el inversor ejecutará la garantía que por razones de prudencia se determina un descuento o haicut, de tal manera que el importe del préstamos del valor sea inferior al precio del mercado.
Desde el punto de vista de la entidad que cede el activo o cedente, el coste de financiación está compuesto por:
– La diferencia entre el precio de adquisición y el precio de recompra.
– Si el activo en cuestión liquida unos intereses periódicos, la entidad cedente no ingresará dichos pagos por lo que formará parte del coste.
Dadas las características determinadas de los activos cedidos, podremos clasificar en dos grandes grupos teniendo en cuenta la liquidación periódica de los intereses
– Activos financieros sin un rendimiento explicito: Por ejemplo las letras de cupón cero que descuentan los intereses del precio de adquisición del activo y llegado el vencimiento se ingresa el importe total. Cuando se ceden este tipo de activos el comprador únicamente recibirá como rentabilidad la diferencia entre el precio de adquisición y el precio posterior de venta. Desde el punto de vista del comprador el coste de la operación será el diferencial de compra-venta.
– Activos financieros con un rendimiento explícito: Por ejemplo cualquier bono que formalice el pago de los intereses en determinadas fechas de la vida del instrumento financiero. Cuando se ceden este tipo de activos el comprador recibirá como rentabilidad la diferencia entre el precio de adquisición y el precio posterior de venta y los ingresos que el activo liquide durante el tiempo de cesión. Desde el punto de vista del comprador el coste de la operación será el diferencial de compra-venta más los intereses no percibidos.
Aunque el activo en sí cambie de manos, la entidad que cede el activo debe mantener tanto los beneficios como los riesgos asociados al activo. De este modo en la contabilidad del cedente deberá figurar el activo financiero como cedido y no como vendido y los ingresos percibidos de la Repo deberán figurar en el Pasivo ya que en una fecha futura tendrá la obligación de recomprar este determinado activo. El inversor contabilizará la operación, reconociendo el activo financiero por la financiación concedida al cedente y se valorará a coste amortizado, es decir, la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta.
La contabilidad de las Repos en Lehman Brothers
Uno de los ejemplos de fraude contable, utilizando las Repos, nos lo encontramos en Lehman Brothers, una entidad que según consta en el informe Valukas de marzo de 2010 se dedicaba a contabilizar las Repos 105 y las Repos 108, que son idénticos procedimiento pero la primera ofrece al inversor un 5% y la segunda ofrece al inversor un 8%.
Pues bien estas operaciones de Repo, Lehman Brothers las contabilizada no como cesión sino como ventas en sí y con el ingreso, que debería haberse anotarse en el Pasivo, se dedicaba a amortizar deuda del balance… ¿y para qué? para así hacer la foto del Balance y presentar unas cuentas aparentemente saneadas sin demasiada deuda.
Una vez fotografiado el balance, la entidad se volvía a apalancar para atender al compromiso de recompra de los activos cedidos.