Triple máximos históricos en el S&P500, Dow Jones y el Russell 2000

Nada puede con la aparente fortaleza de los grandes índices americanos, ni el Brexit, ni la elección de Donald Trump ni tampoco la que parece ser la próxima subida de tipos de interés que previsiblemente se dará el próximo mes de diciembre. En la jornada de ayer, si bien el Nasdaq no avanzó, el S&P500, Dow Jones y el Russell 2000 han logrado firmar nuevos máximos históricos.

Por un lado, el Dow Jones subio un 0,31%, hasta situarse en los 19.083,18 puntos, el selectivo S&P 500 se anotaba un 0,08%, hasta los 2.204,72 puntos y el Russell 2000 se elevó un 0,58% hasta 1.342,09 puntos. Hay un dato interesante en todo esto y es que el Russell 200 se ha anotado una racha de subidas de 14 jornadas consecutivas sumando avances positivos, la mejor racha desde el año 1988.

Es una semana de vacaciones en los Estados Unidos, con los mercados cerrados hoy jueves por Acción de Gracias. El miércoles, muchos participantes del mercado abandonaban  sus puestos de trabajo para preparar la festividad y mañana viernes está configurado por un día de muy poca relevancia para el mercado en términos de volatilidad y volumen, auqnue marcada por la fiesta consumista del «Black Friday».La combinación de la presión al alza, nuevos máximos, y un ambiente comercial festivo complican que podamos ver cambios repentinos en las bolsas americanas en las próximas sesiones

A pesar de alcanzar nuevos máximos históricos,  hay que señalar que desde que en el año 2013 cuando el S&P 500 rompió por encima del máximo de 2007, casi todos los de rally a nuevos máximos ven correcciones que van en cuestión de días a un par de meses. Las posiciones que entran en máximos históricos han terminando viendo números rojos en algún momento.

En último lugar, no debemos olvidar la situación real en términos de valoración de la renta variable americana. De hecho, el PER de Shiller del S&P500 cotiza a 27 veces, niveles vistos en la burbuja subprime y que quedan ligeramente por debajo de los niveles de valoración vistos en el año 1929, antes del fatídico crack bursátil. Por ello, a pesar de la aparente situación de fortaleza no debemos olvida la elevada sobrevaloración de los índices para los inversores.