Promediar a la baja es una estrategia que consiste simplemente en incrementar las compras cuando las cotizaciones cae para que el coste medio de unos títulos descienda. Esta estrategia funciona bien cuando la acción eventualmente rebota porque tiene el efecto de aumentar los beneficios, pero si la acción continúa disminuyendo, las pérdidas también se magnifican. En tales casos, el inversor puede lamentar la decisión de promediar a la baja.
Existe una diferencia radical de opinión entre inversores y traders acerca de la viabilidad de la estrategia de promediar a la baja. Los partidarios de la estrategia consideran que promediar a la baja es un enfoque rentable para la acumulación de riqueza, mientras que los opositores lo ven como una receta para el desastre.
La estrategia se ve, a menudo, favorecida por los inversores que tienen un horizonte de inversión a largo plazo y un enfoque «contrarian» a la inversión. Un enfoque «contrarian» se refiere a un estilo de inversión que está en contra o contrario a la tendencia de inversión predominante.
Por ejemplo, supongamos que un inversor a largo plazo tiene acciones de Telefónica en su cartera y cree que las perspectivas de la teleco son positivas. Este inversor puede estar inclinado a ver una fuerte caída de la acción como una oportunidad de compra, y probablemente también tiene la opinión contraria de que otros están siendo excesivamente pesimistas sobre las perspectivas a largo plazo en el valor.
¿Por qué los inversores a largo plazo promedian a la baja? La principal ventaja de promediar a la baja es que un inversor puede reducir el coste medio de los títulos en cartera de forma sustancial. Suponiendo que la acciones se dan vuelta alrededor, esto asegura un punto de equilibrio más bajo para la posición de la acción, y por lo tanto, beneficios más elevados.
Sin embargo, en la otra cara de la moneda, están los inversores y los traders que generalmente tienen horizontes de inversión a corto plazo y ven una caída de las acciones como un presagio de las cosas por venir. Es probable que estos inversores también se comprometan a operar en la dirección de la tendencia predominante, en lugar de contra ella, es decir, tomando posiciones cortas. Para ello, comprar mientras el precio está cayendo sería algo parecido a tratar de «atrapar un cuchillo que cae».
Sin embargo, promediar a la baja puede presentar serios problemas… Pensemos por un momento, los frenéticos mercados bajistas como el de 2008, cuando los nombres conocidos como Fannie Mae, Freddie Mac, AIG y Lehman Brothers perdieron la mayor parte de su capitalización bursátil en cuestión de meses. El S&P500 tardó seis años en regresar a los máximos de 2007.
Otro inconveniente de promediar a la baja es que puede resultar en una ponderación mayor de la deseada de un valor o sector en una cartera de inversión. Por ejemplo, pensemos el caso de un inversor que tenía una ponderación del 25% de las acciones de la banca española en una cartera a principios de 2008. Si el inversor fue promediando tras la caída precipitada de la mayoría de los valores bancarios ese año, de modo que estos valores representaron el 35% de la cartera total del inversor, esta proporción puede representar un grado de exposición a los valores bancarios superior al deseado.
Marc Fortuño