La ola arancelaria de Donald Trump en 2018 ha dado como resultado que el 14,9% de las importaciones de Estados Unidos estén ahora cubiertas por algún tipo de protección comercial especial. La mayoría de las importaciones afectadas se vieron afectadas por las propias acciones de Trump.
Pero algunos ya habían sido sometidos a aranceles impuestos en administraciones anteriores, a los que se sumaron los aranceles de Trump. Este hecho complica no solo el desafío de medir el impacto de las acciones de Trump para evitar la doble contabilidad, sino también las implicaciones de las represalias.
En 2018, Trump aplicó cinco conjuntos de aranceles en virtud de una amplia gama de leyes comerciales de Estados Unidos que rara vez se utilizan, incluidas las afirmaciones de que los aranceles eran necesarios para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos. En la siguiente imagen, se ilustra la cobertura comercial de las cinco tarifas diferentes de Trump. La mayor fue la acción de «comercio desleal» en China, que cubrió el 10,4% de las importaciones de Estados Unidos luego vinieron los aranceles sobre acero (1,9%), aluminio (0,7%), paneles solares (0.,3%) y lavadoras (0,1%).
Muchos relatos han desdibujado el tema al contar las mismas tarifas dos veces. Además, algunos de sus aranceles han afectado exclusivamente a China, y otros han afectado a China junto con otros países. Los aranceles también se dirigen desproporcionadamente a los bienes comercializados como parte de las cadenas de suministro mundiales, lo que dificulta aún más la medición de los efectos.
Es importante obtener el tamaño y la ubicación correctos del manto proteccionista de Trump. La mayoría de sus aranceles se dirigen a importaciones que antes no estaban cubiertas por restricciones especiales, y es probable que éstas restrinjan significativamente el comercio.
Sin embargo, el impacto sobre las importaciones que ya están cubiertas por derechos muy elevados es diferente. Es menos probable que cause daño adicional. Una vez que las importaciones de un producto han sido detenidas por acciones en años anteriores, es difícil que incluso los nuevos aranceles del Presidente Trump las detengan de nuevo.
Marc Fortuño