Volved a leer el titular si queréis, pero lo habéis leído bien. Sí, sí, he puesto NO, ¿por qué NO queremos vender?
Igual pensáis que me he levantado reivindicativa, ¡Qué va! Pero después de varias experiencias en la misma semana, no me queda otra que hablar de ello y desahogarme.
Me cuesta mucho, más bien diría que me molesta, en una época donde las cosas no salen como nos gustaría, donde el esfuerzo de muchos y el sacrificio de otros tantos hace que sigamos adelante, encontrarme gente desagradable de cara al público. Y lo digo con conocimiento de causa, que yo también vendo y sé lo que cuesta ganarse un cliente.
Estos días atrás los corrillos de comerciantes, charloteaban animados. Todos tenían esperanzas en Marzo, ya no se puede hablar de subir ventas, pero sí, de salvar el mes, todo gracias al día del Padre. Cualquier excusa vale para animarnos a consumir.
“a ver si se vende, esto se anima, porque luego viene la semana santa, y queda todo parado “
Vaya, lo normal en conversaciones matutinas. Pues yo, como buena hija y además madre de niños (doble gasto, porque creo que mis hijos de 2 años y 7 meses, aún no tienen la madurez suficiente para ir a comprarle algo coherente a su padre) me fui el viernes a quemar la VISA (dejémoslo en pequeño fueguecito) para tener un detalle con los progenitores. Que luego viene el día de la madre y estas cosas se recuerdan.
No tenía claro el regalo, pero vaya pensé… algo de deporte porque ambos son deportistas o presumen de serlo, sino un libro, algo de ropa, como veréis no soy muy original, pero son muchos años siendo hija y se me acaban las ideas. Eso sí, tenía pensado regalarles un marco con una foto de los hijos y nietos. ¡Que siempre gusta!
#Parada nº1: Tienda de deportes Intersport de Gijón. ¡Increíble! Me pilla por banda un vendedor, majo no, ¡majísimo! Tanto, que me dejé una pasta, sólo pensaba comprar uno de los dos regalos, pero al final me enganchó y casi me llevo equipación hasta para mí. Cosa que tiene merito, porque yo sí que no hago nada. Me comentan las vendedoras al pagar, que puedo personalizar la gorra y la ropa que he comprado, poniéndole el nombre… ¡ya me ganaron! Soy súper fricky para eso… pero finalmente me lo llevo tal cual pero con la idea de personalizarlo en un sitio que me habían dicho cerca de la tienda.
#Parada nº2. Tienda de impresión de camisetas, fotos, etc. (no merece ni que le ponga el link). Un único dependiente, sólo, no hay clientes. Bueno no, miento, una persona en las máquinas estas que te imprimen las fotos desde el pincho. Conversación:
“Hola, quería personalizar esta gorra con el nombre”.
“¿Pero? ¿Es para el día del padre? La promoción acabó ayer, ya no cojo más pedidos, mira todos los que tengo ahí , así que ya no más…”
(Os recuerdo que el día del padre fue el 19 y esto ocurrió 4-5 días antes). Me quedé tan flasheada con la respuesta que ni le rebato… mi cabeza solo pensaba, ¿Qué promoción? ¿Qué acabó el qué?. Mientras, seguimos nuestra conversación de besugos:
“Bueno pues quiero imprimir esta foto, pero la tengo en el móvil y no me he traído el cable. ¿Tú tienes cable de iphone?”
“no, tienes que traerla en un pincho, sino no te la imprimo”
“Pero… ¿No te la puedo mandar al correo y tú la descargas?
“no”
¿¿Tenéis el icono del whatsapp que es una cara con los ojos muy abiertos?? Pues así me quedé yo, pero un buen rato además. Alucino pepinillos. Con un par. Me voy a montar yo un chiringuito de estos porque debe ser que sobra por todos lados., que manera de despacharme. Le debí parecer poco gasto para él.
#Parada nº3: franquicia muy conocida de revelado fotográfico. (Tampoco se merecen link). Dependienta sola en el mostrador, ésta estaba incluso peor que el otro, porque no tenía ni clientes en las máquinas esas de revelados. Misma conversación de, por favor imprímeme la foto, alma de caridad, que es para el día del padre…etc., etc. “Sin el pincho no” Maldito pincho, me lo voy a atar cual correa de perro.
#Parada nº4. Mi imprenta del trabajo. Digirama. La que me saca las castañas del fuego. Con ellos da gusto, son gente normal. Les llamo, les explico lo que me pasa y sin ser su trabajo me lo solucionan.
“Tino, ¿tienes papel fotográfico? Necesito imprimir una foto de mis hijos para el día del padre
“tengo papel mate o brillo de calidad XXX ¿te vale?
“Me vale pero la foto la tengo en el móvil y no tengo el cable”
“vente para acá pesadilla”
Así da gusto, en un momentito, tenía mi foto en mi marco de Ikea y encima con copias extras para las abuelas y demás familiares. ¿Cuánto me costó? 5 minutos, un tercio de lo que estuve discutiendo con los otros. ¿Y a Digirama que le costó? Costarle no sé, pero ganó un cliente contento y con ganas de incordiarles muchas más veces.
Ahora al escribirlo me siento mejor, necesitaba contarlo, no me gusta quedarme nada dentro, te genera un cáncer. Aunque ahora viéndolo desde otra perspectiva igual lo que tengo es envidia no indignación. Porque ya me gustaría poder llegar a decir algún día.
“Se acabó señores, que ya son las 10, hoy ya no trabajo más, me voy para casa que ya he tenido bastante” Ole, ole y ole.
¡Qué tengáis un buen y provechoso día!
¿Te ha pasado esto a ti alguna vez? Cuéntanoslo!
si yo tuviera una tienda tampoco aceptaría descargar directamente las fotos del teléfono. Hay mucho energúmeno suelto que si luego le pasa cualquier cosa al teléfono te echarían la culpa o te denunciarían por violación de la intimidad etc, no cuesta nada grabar las fotos en un pincho.
esta crisis hace que esten todos cabreados! vas por las tiendas y la mayoría tienen cara perro
Entiendo perfectamente lo que cuentas y creo que estarás de acuerdo conmigo en que lo peor son las formas. Porque te podrían haber dicho lo mismo con algo más de educación y cortesía, que al fin y al cabo, trabajan de cara al público y eso es parte de sus tareas: atender al cliente.
A mi me ha pasado muchas veces y me he sentido bastante mal. Sobretodo hay una conocida cadena de ropa, donde más que dependientes parece que son aspirantes al trono de MYHYV, a ver quien es más guapa/o y más «cool». Parece que te están haciendo ellos un favor a ti al atenderte. Para poner un ejemplo, una vez me probé 4 prendas y cuando salí, me preguntaron si me quedaba alguna. Les dije que no, porque no me acababan de convencer. Tremenda cara de idiota se me quedó cuando la chica me dijo: «Pues entonces, ¿para qué te pruebas tantas?» Qué vergüenza de servicio y qué pena pensar que hay muchísima gente en paro, habiendo estos maleducados trabajando!! En fin, más tienen ellos que perder que nosotros!
Exactamente #Veronica no hay cosa peor que las malas caras! Y totalmente de acuerdo contigo, tienen ellos mas que perder que nosotros. Buenísima conclusión!
A mi me sucedió algo que me molestó muchísimo. Hice un puzzle de 13.000 piezas, voy a enmarcarlo y después de recorrer varias tiendas donde me dicen que no pueden hacerlo por tema de tamaño (1,5 m x 3 m) entro en una y pregunto si puede hacerlo… Y ME DICE QUE ES MUY CARO!!!!
Ni siquiera había preguntado el precio. Déjame decidir a mi si es caro o no, ¿no?
¿Qué manera de vender es esa?
Ganarse a un cliente supone mucho trabajo y esfuerzo, en definitiva tiempo. Pero perderlo es cuestión de minutos.
No hay escusas para no ofrecer un trato, como mínimo, correcto a un cliente. Lo que hay que hacer es pedir una hoja de reclamaciones cuando se producen este tipo de situaciones molestas (y sorprentes, y lamentablemente numerosas), para que se tomen medidas.
Y nosotros como consumidores, deberiamos agradecer tambien al vendedor y felicitarle si ha hecho un buen trabajo. A mi como vendedor y asesor, es una de las cosas que más me satisface.
Esto es la consecuencia de pagar una miseria al trabajador, gente desmotivada que no les importa ni clientes ni empresa ni nada.
Señores «hemprendedores» de este país ¿esperan que alguien haga empresa por un cuenco de arroz?
Esta es la España que ha creado la casta, no sé de qué nos quejamos.
Inseguridad laboral, sueldos miserables y empresaurios que sólo van a la tienda a poner el cazo.
Tenemos lo que nos merecemos.