Te has comprometido a entregar un trabajo en una fecha, pero sabes que no lo vas a conseguir. Esto molestará al cliente o jefe a quien debas entregárselo, además de hacerte quedar mal.
Puede que sea por factores ajenos a ti o puede que no, pero en cualquier caso, vas a tener que volver a ganarte la confianza de la otra persona. ¿Qué puedes hacer?
Disculparte cuanto antes
Tan pronto como te des cuenta de que no vas a llegar a tiempo es mejor decirlo. Mucho mejor eso que esperar a que llegue la fecha límite y no lo entregues. Eso sí, da la cara y hazlo frente a frente, no vale con un mail o una llamada de teléfono.
Explicar el nuevo plazo
Tan pronto como sepas que no vas a poder llegar a tiempo, haz un cálculo de cuál será el nuevo plazo de entrega y explícalo de la forma más clara, asumiendo la responsabilidad. A pesar de que la culpa fuera de otra persona, señalar con el dedo no te va a servir de nada. Por supuesto, da la máxima prioridad a este trabajo.
La próxima vez, planifica mejor
Como siempre hemos dicho que de los errores también se aprende, esperemos que esto te pase sólo una vez y la próxima, te organices mejor.
No hagas de esto una norma
Además de planificar mejor, la próxima vez tienes que hacer todo lo humanamente posible para cumplir con el plazo. Si has demostrado ser un empleado de confianza y fiable, que normalmente cumple con los plazos, la mayoría de los jefes serán comprensivos. Todo el mundo comete errores, pero que sean los mínimos posibles.
El siguiente, en plazo
Es la mejor forma de que recuperen la confianza en ti, que se den cuenta de que fue un error puntual y de que posiblemente no va a volver a suceder.
¿Qué has hecho cuando te has dado cuenta de que no podías entregar un trabajo en el plazo fijado?
Que he hecho? Pues lo que todo el mundo:mentir, echar balones fuera, echarle la culpa a otro…