¡Imagínate! Tras unos cuantos años en el mercado laboral, trabajando en lo que más te gusta, has conseguido poco a poco, con esfuerzo y mucho trabajo ir escalando puestos. Tu nivel salarial es más alto y tus responsabilidades, también. Por fin surge la oportunidad de dar el gran paso: ¡ascender hasta donde tú siempre habías soñado!
Y ahí estás: un gran puesto, con todo un equipo bajo tu responsabilidad y unos objetivos que cumplir. ¡Ahora es cuando hay que demostrarlo!
Hace poco se publicaba un estudio en el que se decía que un 53% de los profesionales españoles aseguraba que en su empresa se fomenta el desarrollo profesional, lo que supone que la mayoría de las compañías de nuestro país promueven las oportunidades laborales dentro de la misma organización, incentivando los ascensos y el desarrollo de una carrera a largo plazo.
Siempre he pensado que es fundamental cuidar a los empleados y ofrecerles oportunidades, pero hay que ser también realistas: o valen o no valen. La fórmula de «vamos a probar, puede que lo haga bien», no sirve. Si ya están dentro de la compañía, ya sabes si valen o no valen.
En cualquier caso, y sea como fuere, han pensado en ti para el ascenso. Te encuentras delante de un montón de trabajo por hacer, objetivos por cumplir y personas a tu cargo. Te entra el pánico (un poco, es normal) y no sabes por dónde empezar y aunque empieces, no tienes muy claro cómo continuar, vamos, que no eres la persona adecuada. A partir de aquí tienes varias opciones:
1. La cómoda
Finge que eres la persona más válida para el puesto, haz las cosas como puedas o como sepas, sin dejarte aconsejar ni ayudar. Caerás por tu propio peso.
2. El reto
Tómate tu ascenso como un gran reto. Déjate asesorar, escucha a los que tienes a tu alrededor, fórmate, aprende:
- Formación: tienes que estar en un continuo proceso de aprendizaje, no te puedes quedar atrás si lo que quieres es estar en lo más alto. Una persona que no esté cualificada, no ascenderá.
- Aprende a trabajar en equipo: Si vas ascendiendo, lo normal es que tengas personas a las que dirigir. Si no sabes cómo trabajar con ellas, lo tendrás difícil.
- Control: Un jefe debe ser una persona que controle las situaciones de estrés, presión, nervios, broncas. Con autocontrol, estabilidad y dominio de emociones, Debe estar preparado para el cambio,lo nuevo o lo imprevisto. Demuestra que tú eres así.
- Seguridad. Conócete a ti mismo. Tus debilidades y tus puntos fuertes. Aprovéchalos. No te sobrevalores y afronta tus puntos débiles.
- Superación. Establece metas alcanzables y realistas. Aprende de los errores.
- Conoce a tus futuros compañeros y jefes: intenta coincidir con ellos en la máquina de café o en la del agua, entabla conversaciones, así podrás conocerlos mejor y saber a qué te vas a enfrentar con el cambio.
- Analiza el puesto ofertado: tienes que estar seguro de que se ajusta a tu perfil y de que realmente, es lo que quieres.
Y tú, ¿eres apto para un ascenso?
De vergüenza… o sea que para ascender hay que estar en la máquina de café de charleta con los compis.
Así va el país…
Imagino que la que ha escrito esta gran mier.da será una reputada psicóloga de pacotilla.
# 1, Anónimo
Mira a ver si aprendes a leer y ya después opinas
# 2, Listillo
Mariarp: Das pena…