Compartir espacios de trabajo no suele ser fácil. Tarde o temprano surgen discrepancias en cuanto a la temperatura de la calefacción o el aire acondicionado, la música, las conversaciones con los demás, el teléfono…
Hay que saber respetar a los demás, tenemos que convivir. Por desgracia, en casi todos los sitos está ese compañero que tiene el tono de voz muy fuerte y ante eso, no podemos hacer mucho, pero es que además a menudo coincide con que ese mismo compañero habla por los codos, ya sea con otras personas de la oficina o por teléfono. Esto suele ser bastante molesto para los demás, ya que no te deja concentrarte.
¿Qué puedes hacer ante esto? Los expertos aconsejan:
Hablar con la persona ruidosa, claramente con respeto y explicando cómo afecta a los demás.
Recurre a los demás. Es probable que más de uno de sus compañeros tenga la misma impresión de aquel compañero de trabajo. Haz un sondeo para recabar puntos de vista para que así, entre todos y ya con varios puntos de vista, encuentren la mejor solución a este problema.
Ofrecer un lugar para realizar las llamadas telefónicas de larga duración o personales, alejándose del resto, y así poder tratar los asuntos en un lugar más aislado.
Un buen recurso, es tomarlo con un poco de humor, pasar por el lado y decirle lo que debe responder a la persona que le está llamando. Esto siempre ayudará a distender el ambiente.
Intentar mejorar el lugar en el que nos sentamos, y si es posible, cambiarnos a una mesa donde el ruido sea menor. Si no es factible, entonces podemos recurrir a los auriculares. La música clásica es la opción idónea, y los cascos, en lugar de ser pequeños, deberían cubrir el máximo de superficie.
Mantener la calma. Lo peor que puedes hacer es demostrarle que sus acciones te molestan. La mejor estrategia para mantener tranquilas a esas personas, un tanto pesadas, es que tú te mantengas tranquilo y en calma.
¿Son tus compañeros muy ruidosos? ¿Cómo los manejas?
