Cada 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad con el objetivo de llamar la atención y movilizar apoyos para aspectos clave relativos a la inclusión de personas con discapacidad en la sociedad y en el desarrollo.
El Observatorio sobre discapacidad y mercado de trabajo en España ha presentado el «Informe Cero» de 2014 con datos sobre indicadores, evolución y tendencias del mercado laboral en relación con las personas con discapacidad.
Éste es un breve resumen:
Una de cada cuatro personas con discapacidad está actualmente ocupada. La tasa de actividad de las personas con discapacidad es del 36%, que equivale al 48% de la que corresponde a las personas sin discapacidad, y apenas ha crecido desde 2009. Junto a esta tasa de actividad más reducida, la situación de las personas con discapacidad en relación con el mercado de trabajo se caracteriza por una tasa de desempleo superior a la de las personas sin discapacidad y que, prácticamente, se ha duplicado entre 2008 y 2012, hasta alcanzar el 33% de la población activa. La crisis ha reducido en un 12,5% la tasa de empleo de las personas con discapacidad, que en 2008 era del 28%.
Un colectivo diverso. La realidad del colectivo de personas con discapacidad en relación con su integración en el mercado de trabajo es muy diversa en función de las características sociodemográficas de estas personas. La situación es mejor para los hombres, las personas de 25 a 44 años, las personas con discapacidades sensoriales, las que tienen un grado de discapacidad reducido y, sobre todo, las que tienen un mejor nivel formativo. En este caso, no sólo se registran tasas de empleo mucho más elevadas que en el resto del colectivo sino, además, una brecha menor en relación con las personas sin discapacidad del mismo nivel formativo.
El nivel educativo, clave para la inclusión laboral. El 70% de las personas con discapacidad refiere barreras en el acceso a la educación, la proporción de personas con niveles educativos bajos sigue siendo alta y el abandono educativo precoz de los jóvenes con discapacidad está entre los más elevados de Europa.
Condiciones laborales desiguales. Las nuevas contrataciones de las personas con discapacidad se caracterizan por su precariedad e inestabilidad, tal y como ocurre para el conjunto de la población activa en España. El 91% de los contratos realizados en 2013 son de duración temporal, el 39% corresponden a jornadas parciales y, por término medio, cada persona con discapacidad que ha accedido a un empleo en 2013 ha sido contratado en dos ocasiones diferentes. En cuanto a la situación de las personas ocupadas, la situación es sensiblemente mejor: el 76% de las personas sin discapacidad tiene un contrato indefinido, frente al 78% de las personas con discapacidad. El 72% de las personas
con discapacidad tiene una antigüedad en la empresa superior a tres años y el 85% trabaja a jornada completa.
Un empleo centrado en el sector servicios y en las ocupaciones elementales. El empleo de las personas con discapacidad se centra en ocupaciones elementales fundamentalmente del sector servicios. En lo que se refiere a las nuevas contrataciones, la actividad económica que genera un mayor número de contratos para personas con discapacidad es la que engloba los servicios a edificios y actividades de jardinería. Con más de 24.000 contrataciones, supone un 4,6% del total de contrataciones que corresponden a esa actividad económica y cerca del 14,2% de todos los contratos realizados a personas con discapacidad en 2013. Le siguen en orden de importancia las actividades de servicios sociales sin alojamiento, que representan casi el 9% de todas las contrataciones realizadas a personas con discapacidad. Desde el punto de vista de la ocupación, las más habituales son las contrataciones para personal de limpieza de oficinas, hoteles y otros establecimientos similares seguidas de los peones en industrias manufactureras.
Los Centros Especiales de Empleo, refugio frente a la crisis. El empleo protegido juega un papel cada vez más esencial. Entre los años 2006 y 2013 el volumen de contratos específicos dirigidos a personas con discapacidad en Centros Especiales de Empleo casi se ha duplicado, pasando de 26.000 a 49.000, el 71% de todos los contratos específicos que se realizan. Esto se ha debido también a la reducción de este tipo de contratos en la empresa ordinaria.
Salarios un 10% más bajos que el resto de la población. El salario medio bruto de las personas con discapacidad es un 10% inferior que el de las personas sin discapacidad, si bien las diferencias salariales se reducen al 5% una vez descontadas las deducciones y bonificaciones de las que se benefician las personas con discapacidad. El salario del 10% de los asalariados con discapacidad que más gana es 4,4 veces superior al salario del 10% que menos gana; este nivel de desigualdad salarial es entre las personas con discapacidad algo más bajo que el que registran las personas sin discapacidad.
Cumplimiento de la cuota de reserva del 2%. La mayoría de las empresas de más de 50 trabajadores incumplen la cuota de reserva del 2%. Según el INE, en el año 2012 el 81,4% de los asalariados (4.786.000 personas) trabajaban en empresas de 50 o más trabajadores que no cumplían la cuota de reserva, frente a un 18,6% (1.092.300) que trabajaban en empresas que sí cumplían dicha cuota. El 13,3 % de los asalariados trabaja en empresas que cumplen suficientemente con la cuota de reserva, situándose el porcentaje de empleados con discapacidad entre el 2% (mínimo exigido por la ley) y el 5%. El 5,3% trabaja en empresas que cumple con la cuota de reserva muy por encima
del mínimo exigido por la normativa, situándose por encima del 5%.
La pobreza laboral afecta más a las personas con discapacidad. El riesgo de pobreza y exclusión de las personas con discapacidad no desaparece necesariamente con el acceso al trabajo. Casi uno de cada seis trabajadores con discapacidad está en riesgo de pobreza a pesar de encontrarse ocupadas, mientras que el 30% del total de las personas con discapacidad se encontraría en riesgo de pobreza o exclusión social. Ese riesgo es aún mayor en la población en edad activa, de un 40%, reduciéndose en el caso de las mayores de 65 años por debajo del 20% debido al efecto de las pensiones.
Casi 83.000 personas se benefician de las ayudas a la integración laboral de las personas con discapacidad. En 2013 se beneficiaron 82.847 personas, de las que una parte mayoritaria corresponde a personas beneficiarias de ayudas para el mantenimiento de puestos de trabajo en Centros Especiales de Empleo. Las administraciones españolas destinaron en 2013 algo más de 262 millones de euros a estas ayudas, con un gasto medio de 3.164 euros por persona beneficiaria.
En los últimos 20 años se han creado 78.387 empleos para personas con discapacidad gracias a Fundación ONCE. A lo largo de su historia, la Fundación ONCE y su grupo empresarial han tenido un papel muy significativo en la creación de empleo para personas con discapacidad en nuestro país. Incluso en el último período de crisis, ha continuado creando más de 6.000 puestos de trabajo al año (ya sea directamente o a través de terceras empresas y entidades). Para el año 2013, ha contribuido en la creación de casi 8.000 puestos de trabajo para personas con discapacidad, además de haber formado a más de 11.000 personas con discapacidad. El grupo de empresas de la ONCE y su fundación cuenta en la actualidad con 16.300 trabajadores con discapacidad.