El poder de una sonrisa

Lo veo y lo vivo todas las mañanas: personas con la legaña pegada en los ojos que van totalmente a lo suyo. No hablan, no te miran, corren, se empujan…

Yo soy de esas personas que se despierta muy despierta y reconozco que tal vez no sea lo normal. No es que tenga ganas de echar una carcajada según me levanto, pero al fin y al cabo, te vas a tener que levantar, así que por qué no hacerlo con un poquito de optimismo.

Seguramente, con el tiempo, te llegas a cruzar con las mismas personas en el portal de tu casa, en la parada del autobús, en el metro…, ¿tanto cuesta soltar un buenos días acompañado de una sonrisa? Seguramente sólo con este pequeño gesto, ya pones de mejor humor a quien tengas delante. ¡Vamos: sonríe!

Frank Irvin Fletcher en su famoso poema «El valor de la sonrisa»,  entre otras cosas, dice: “Crea felicidad en el hogar;  favorece el trato en las reuniones; y la cortesía entre los amigos; Elimina el cansancio; es amanecer del desánimo, crepúsculo de la tristeza y el mejor antídoto natural para los problemas». No me digas que no estás de acuerdo!

Llévate tu sonrisa a tu lugar de trabajo. Conseguirás mucho más que si estás continuamente serio o enfadado. Andrés Ubierna nos dice:

Imaginemos estar 8 ocho horas por día, 5 días a la semana, 20 días al mes y 50 semanas al año con personas negativas, pesimistas y sin sonreír. Pesimismo, negatividad y desagradecimiento son tres elementos de un contexto que condiciona al comportamiento humano y lleva al desastre en el resultado, pésimas relaciones y grandes cuotas de malestar. Una organización que no trate de desarrollar actitudes positivas, optimistas y agradecidas, tarde o temprano se dirige a su perdición y un gerente que no atienda con sumo cuidado estos aspectos no va a estar cuidando a la empresa por el contravalor que recibe con su salario.

¡Usa tu sonrisa!

Como herramienta de comunicación. Una sonrisa es una de las mejores estrategias para lidiar con las personas que te encuentres a lo largo de tu vida tanto personal como profesional. Provoca que la conversación sea más distendida, exista menos tensión en la comunicación y una relajación por parte de todos, ya que la sonrisa se contagia y el clima que crea también. Se el primero en sonreír, no esperes a que los demás lo hagan.

Para derribar paredes. Seguramente no todo el mundo te caiga igual de bien y posiblemente tendrás compañeros de trabajo a los que no te gusta tener que sonreír, pero al fin y al cabo, pasas mucho tiempo en tu puesto de trabajo. Intenta derribar esas paredes, será más fácil el día a día.

Para dar esperanza. Si alguno de tus compañeros tiene un mal día, está un poco desesperado, seguro que unas palabras amables, acompañadas de una gran sonrisa les hace ver las cosas de otro modo. Levántales el ánimo!

Para demostrar que eres una persona con actitud positiva. Una sonrisa puede hacer brillar tu humor, puede mejorar tu perspectiva, y llevarte a hacer elecciones positivas usando el buen juicio.